Un ejemplo de cómo dinamizar económicamente

los Sistemas Endógenos Bioculturales

Índice

 1. Una breve mirada cuántica a la Economía

1.1. Chrematistiké y Oikonomiké

1.2. Moneda local como interfase entre Capitalismo y Reciprocidad

  1. El Dinero

2.1. ¿Qué es el dinero?

2.2. Propiedades del Dinero

2.3. El ambiente institucional del dinero

2.4. La carrera histórica del dinero

  1. Algo sobre el sistema monetario

3.1. La moneda, sus funciones y sus destinos

3.2. La teoría de la Oxidación

  1. Moneda local

4.1 Introducción

4.2.  Algunos antecedentes antiguos

4.3.  Algunas experiencias durante la Gran Depresión

4.4.  Algunas experiencias actuales

  1. Cuatro conceptos erróneos acerca del dinero

5.1. Existe un único tipo de crecimiento

5.2. Sólo se pagan intereses en caso de solicitar un préstamo en dinero

5.3. Bajo el sistema monetario actual todos son afectados en igual medida por las tasas de interés

5.4. La inflación es parte integral de la Economía libre de mercado

  1. Patologías que produce la moneda

6.1. Inflación

6.2. Stagflación

6.3. Deflación

6.4. Desigualdad en la sociedad

6.5. Desfase entre sistema monetario y economía real

  1. Dinero neutral

7.1. El interés: síntoma de una economía disfuncional

7.2. Por que existe el interés

7.3. Función del interés

7.4. Reemplazo del interés por la tasa de circulación.

7.5. Reforma de la tierra

7.6. Reforma tributaria.

  1. Consecuencias

8.1. Para los individuos

8.2. Para las empresas

8.3. Para el Estado

8.4. Para Bolivia

  1. Ventajas

9.1. Para los campesinos

9.2. Para ecologistas y artistas

9.3. Para las mujeres

9.4. Para los pobres

9.5  Para los ricos

9.6  Para comerciantes e industriales

9.7. Para los que buscan calidad y sentido: vivir bien

  1. Prerrequisitos

10.1. Requisitos básicos

10.1.1. Algunos espacios donde sigue vigente el trueque

10.1.2. Algunos espacios donde funciona el sistema de Ferias

10.2. Requisitos mínimos

10.2.1. En lo económico

10.2.2. En lo productivo

10.2.3. En lo monetario

10.2.4. En lo institucional

  • En lo psico social
  • En lo educativo
  • En lo político
  1. Modalidades sugeridas

11.1. Propuesta geselliana

11.2. Emisión de dinero

11.3. Bonos municipales

 

  1. Una breve mirada cuántica a la Economía

 Chrematistiké y Oikonomiké

Siguiendo la lógica del nuevo paradigma científico, debemos redefinir la Economía como la complementariedad de dos energías antagónicas, Partícula / Onda, pero complementarias. Ello permitirá visibilizar y tener en cuenta, justamente, la otra parte de la economía que la Constitución Poíitica quiere que se operativice, bajo el rubro de Economía Plural.

Lo dicho lo podríamos visualizar de la siguiente manera:

ECONOMIA
Fermión / Partícula Bosón / Onda
Chrematistiké Oikonomiké
CapitalismoCero valor, por diseño ReciprocidadGeneradora de los valores humanos
Liberalismo Socialismo Tinku … Ayni …
Mercado Estado Reciprocidad negativa Reciprocidad positiva

 Detengámonos en el quantum conceptual

 Capitalismo / Reciprocidad

 Así, pues, cada civilización ha producido sus sistemas, incluido el económico, que, nuevamente, se nutren de las mismas energías, pero que han sido dosificadas de distinta manera. Occidente ha privilegiado la energía fermiónica y la Indianidad la energía bosónica. Occidente, es decir el Monoteísmo abrahámico, ha dado lugar al Capitalismo (liberal y/o socialista) La Indianidad, es  decir, el Animismo, ha dado lugar al Ayni: vale decir a la Reciprocidad. (Esto implica también que al interior del Monoteísmo se da la Reciprocidad, pero ésta ha ido siendo reprimida y reducida a la esfera privada: economía doméstica, navidad, donación de órganos, regalos, lujo…  o a la esfera social. cooperación internacional, subsidios… o a la religión: limosna, caridad… por el crecimiento exponencial del Capitalismo financiero. Del mismo modo, al interior del Animismo existen las semillas, las potencialidades del Capitalismo, pero hasta ahora no llegan a hacer masa crítica: Patiño, Max Fernández, los Kamiris del Gran Poder, por ejemplo)

En Occidente (salvo los dos últimos siglos) siempre se ha entendido la Economía, desde Aristóteles, para ser preciso, como la complementariedad de Oikonomike: la Reciprocidad, basada en la lógica del don: compartir y Chrematistike: Intercambio, basado en dinero, mercado y acumulación. Es preciso volver a esta visión complementaria de las dos energías antagónicas. Aquí, precisamente, se funda la propuesta de la Moneda local como Interfase de sistema.

En el Capitalismo, la dinámica económica se inicia a partir del interés individual por lucrar con el objetivo de acumular para, de este modo, poder comprar, en el mercado, los bienes y servicios que se precisa para ser feliz. En la Reciprocidad, la dinámica económica se inicia a partir de la necesidad del Otro, con el objetivo de crear o recrear el vínculo social, generador de valores humanos: amistad, alianza, fraternidad, solidaridad…para, de este modo, adquirir prestigio como donador y, en ello, tornar más amable el mundo.

Para visualizar, sinópticamente, ambos sistemas sirva el siguiente cuadro

Capitalismo Reciprocidad
El K requiere de la Fe para funcionar. Crédito, Fondo Fiduciario. La menor duda pone en riesgo el sistema: fugas bancarias sobre rumores La R requiere de la solidaridad para funcionar. El individualismo pone en riesgo el sistema
El K es una religión cultual, no dogmática. Sus fieles pueden creer lo que quieran: libre mercado, economía planificada, economía social de mercado, pero tienen que cumplir sus reglas: buscar el interés, la plusvalía y apropiársela privada o estatalmente. La R es flexible, se acomoda a las circunstancias y no conoce dogmas
El K no puede parar: crecimiento continuo La R se activa cuando es necesario
El K es una religión que endeuda a sus fieles, a diferencia de las otras que buscan salvarlo. Sin endeudamiento no hay crecimiento económico. Inversionistas. La R busca criar la vida y hacerla amable aquí y ahora
El Dios del K debe permanecer en el misterio. El banco es su santuario, Wall Street su Sancta Sanctorum, los economistas sus sacerdotes y los corredores de Bolsa sus misioneros La R no conoce dioses, ni secretos, ni sacerdotes
El K juega sobre el tiempo y apuesta al futuro: a la esperanza de llegar a ser rico La R no separa Tiempo de Espacio: Ambas se relativizan mutuamente
Concepto de Individuo como sujeto del sistema económico Concepto de Comunidad como sujeto del sistema económico
Concepto de Propiedad privada como condición de posibilidad de funcionamiento del sistema Concepto de Usufructo de los Bienes esenciales para la vida: tierra, agua, aire …como condición de posibilidad
Propiedad privada de los medios de producción Pertenencia familiar y/o comunal de los medios de producción
La naturaleza no es tomada en cuenta. Es una Externalidad La naturaleza es la Internalidad por antonomasia: todos somos parte del continuo biosférico
El K produce valores de cambio La R produce valores de uso
El K es competitivo: uno gana y el otro pierde. De la riqueza de pocos (los intereses) sale de la pobreza de muchos La R es emulativa y busca que todos ganen lo justo
El K, para lucrar, produce objetos no necesarios. La Publicidad es inherente al sistema La R produce lo necesario y de modo suficiente
El K es necrófago: el Complejo Militar- Industrial es su dispositivo de reproducción y dominación global La R es biofila: no busca la dominación, sino la relación. Esta puede ser Positiva: el Ayni y también negativa: la vendeta, la venganza, el tinku. No rebasa, empero, lo familiar y local

 Ahora dos apostillas separadas. La primera para romper un tabú y, la otra, para dar un pantallazo de la Reciprocidad.

El capitalismo no es una economía de mercado [i]

Es común, sobre todo entre economistas, entender como sinónimos capitalismo y economía de mercado. He aquí, empero, que ésta no sólo es una nefasta sino, sobre todo, una falsa idea que es preciso entender para salir de su trampa. Recordemos lo obvio: una economía de mercado expresa un orden económico en el cual todos los procesos: producción, circulación, precios, condiciones de intercambio, etcétera, se determinan exclusivamente a través de la oferta y la demanda. Es un sistema, por tanto, que se basa en la mutualidad y la  igualdad. Un mercado, por consiguiente, sólo puede existir en una economía sin monopolios o cárteles. Para ello, es condición de posibilidad el que los actores económicos, por diseño, sean pequeños, para no tener gran influencia sobre cantidades o precios. Si hay presión, influencia, información privilegiada… no hay Mercado. Así de simple. Habrá otra cosa, pero no Mercado. Otro aspecto que el capitalismo no es economía de mercado es la necesidad de publicidad. Se crea una demanda falsa, que no sirve al comprador sino al vendedor. Además, una economía de mercado no puede ser social, es decir, que el Estado introduzca reglas y sistemas de protección y soporte para los débiles y desinformados. Lo que buscaba el socialismo. El concepto de “economía social de mercado”, por cierto, es otra pendejada. Una economía de mercado depende de los agentes involucrados y de la comunidad. Valga la paradoja: una economía de mercado es comunitaria por diseño.

Ahora bien, el capitalismo, en realidad, es un sistema de dominación monetaria. Se llama Kapital a cualquier valor que transfiera al poseedor unos ingresos sin prestación propia. Es unilateral. Eso es evidente en el caso de los ahorros que dan interés. El capitalismo estriba, en pocas palabras, en haber diseñado un sistema en el que todas las inversiones sólo pueden llevarse a cabo a través de financiación con dinero. De este modo, el «rendimiento» del dinero se transfiere a todo el sistema económico. Por ejemplo, una máquina que no pueda rendir la tasa de interés, no se construye. No importa si ésta hubiese sido de propiedad privada, pública o comunitaria. Lo que importa, siempre, es asegurar el interés del dinero invertido. Que haya inversión y trabajo es secundario. Financiar, también, con doña Ayni, es la única manera de romper la hegemonía de don Dinero. Y, esto, en Bolivia, debiera ser posible, ahora.

El capitalismo, por tanto, es un sistema en el que asegurar la Tasa de Interés es la condición previa de todo proceso económico. Ahora bien, en una economía de mercado, de verdad, la tasa de interés tiene que bajar hacia cero con el tiempo. La tercera, quinta o décima fábrica, como dice von Poser, no puede rendir los mismos beneficios que la primera. Ahora bien, he aquí que el dinero se puede retener y, de esta manera, subir la tasa de interés artificialmente. El dinero se convierte, de este modo, en un monopolio, aunque se encuentre distribuido en muchas manos. Con otras palabras, mientras que la economía esté vinculada al capitalismo, al capitalismo andino-amazónico o al socialismo, no habrá mercado libre. Sólo doña Ayni garantiza una verdadera economía de mercado. Este es el desafío a pensar y, luego, a implementar.

La Reciprocidad es una economía de mercado

A diferencia de otros países del hemisferio occidental, en los Andes se ha conservado la Reciprocidad, generadora de los valores humanos, con una serie de tecnologías de manejo de la energía social que no precisan de monopolios e información privilegiada para funcionar. Dominique Temple [ii], el gran teórico de la Reciprocidad, distingue las siguientes estructuras elementales:

La reciprocidad bilateral o cara a  cara.

Temple sostiene que la conciencia humana es, simultáneamente, conciencia de sí y conciencia del otro, ya que ésta nace, justamente, de su  mutua confrontación. A tal advenimiento le llama “revelación”, pues nadie la puede experimentar antes del encuentro con el otro. En realidad  brota de la interfase del encuentro cara a cara; no pertenece a nadie y, por ello, es percibida como gracia. Por eso el cara a cara produce afectividad que se pude manifestar como “amistad”, por ejemplo.

El compartir.

Cada quien puede confrontar su individualidad a la identidad colectiva o confrontar la identidad colectiva a la individualidad de los otros. Todos para uno, uno para todos. Este frente a frente es el compartir.; digamos el apthaphi. Ningún centro particular define la unidad de la comunidad suscitada espontáneamente por una necesidad; digamos, la de construir la casa de los jóvenes esposos u organizar una gran cacería. La persona más competente del momento se convierte en la referencia de todos. El centro es nómada y efímero. El compartir engendra la “confianza”, la fraternidad …

La reciprocidad ternaria.

Temple distingue, en primer lugar una reciprocidad ternaria unilateral. Hay una estructura –dice- en la que cada uno está en una situación intermedia entre otros dos: ora recibiendo de un donador, ora donando a un donatario. Hacen, pues, falta por lo menos tres participantes para construir esta estructura. El ser que resulta de ello, no puede experimentarse sino como “interioridad” del individuo; como el eco de su propia palabra. La “palabra”, dar la palabra, aparece, pues, como su “propia fuente” de legitimación. Nace la subjetividad. El individuo no puede contravenir las obligaciones de dar y recibir so pena de que los otros no puedan ni dar ni recibir y que todos dejen de ser la sede de su conciencia de conciencia. La auto-producción de sí, depende entonces de la estructura de reciprocidad generalizada. De aquí dimana el sentimiento de “respeto” y, sobre todo, el sentimiento de “responsabilidad”. Cada uno se ha convertido, gracias a la relación ternaria, en responsable por todos.

Reciprocidad ternaria diacrónica

Un deceso es la ocasión para celebrar las bodas de la vida y la muerte y, en estas ocasiones se da este tipo de Reciprocidad. El más anciano es invitado a convertirse en la sede de esta confrontación existencial, que produce la conciencia de conciencia de la existencia social; así nace el ethos de la comunidad y el anciano se convierte en el guardián de la ética.

Reciprocidad ternaria sincrónica

Está ligada a la noción de Filiación. Una mujer, por ejemplo, es hija de su madre y madre de su hija. En ese sentido, es la sede de conciencias biológicas antagonistas y, por tanto, matriz de lo “contradictorio”, lo “contradictorio” está ligado al nacimiento: la vida brota de la muerte.

Reciprocidad ternaria unilateral o bilateral.

Cuando es bilateral somete el sentimiento de responsabilidad a una nueva obligación: la de equilibrar los dones que vienen por un lado, con los dones que van en sentido inverso. El objetivo del donador, en la estructura de reciprocidad ternaria unilateral, es el de dar lo más posible, ya que cuanto más da, tanto más engendra el lazo social. En la reciprocidad ternaria bilateral, el que se encuentra entre dos donadores, debe reproducir el don del uno y el del otro de forma apropiada. De aquí brota la “justicia”.

Reciprocidad ternaria centralizada

Pero también es posible que intervenga un intermediario entre todos los miembros de una comunidad. En este caso el intermediario se convierte, a la vez, en sacerdote, en tanto que mediador de la afectividad común; en rey, en tanto que responsable de la redistribución; y en juez supremo, ya que sólo él puede tomar las decisiones que se imponen a todos. En este caso, los donadores ya no tienen lazos directos entre sí, sino sólo a través del centro de redistribución de la comunidad. Aparece el Estado. Uno solo habla y dice la verdad por todos. Aparecen nuevos valores. La confianza ya no es nómada ni espontánea como en las sociedades en las que domina el “compartir”, aquí se convierte en “obediencia”. Pero ninguna sociedad privilegia una estructura de reciprocidad de forma exclusiva.

Este breve paneo conceptual desea insinuar la fecundidad que podría producir articular, en la interfase de una Moneda Local, el ayni, la apasta, la asxata, el cari, el chiki, la churxaña,  el chuqu,  la chhala, la jayma, la kala, la mit´a, la minka, la qhumxata, la satthapi, la sathaqa, la think´a, la umaraqa, el kaki, la yanapa, etcétera, etcétera, para usar sus nombres vernáculos.

Desde 1535, la Chrematistike europea y la Oikonomike amerindia no se han articulado virtuosamente. Cuando se expande la primera, la segunda se retrae al ayllu. Los amerindios, sin embargo, han buscado interfases con la moneda como recuerda Tristan Platt [iii]  trayendo a colación este wayñu que cantan las jóvenes solteras en las fiesta de la Cruz en Macha: “Moneda, moneda, Potosí moneda, imilla ¡karaju! wayna montonera”: la Casa de la Moneda de Potosí, entendida como una mujer, que atrae a los varones, o los inspiradores trabajos de Olivia Harris [iv] sobre el Norte de Potosí recogidos en: Economía étnica. Jacqueline Michaux [v] (Comunicación personal) sostiene que “las comunidades tienen equivalentes, variables, de reciprocidad. Por ejemplo, cuando los jilanqus del norte de Potosí iban a pagar la tasa a la prefectura, el dinero que usaban, aun si aparentemente eran pesos, tenían otro valor, un valor simbólico, adquirido por todo el proceso ritual de cobranza. El dinero que se coloca en la ropa de los protagonistas de una fiesta (t’ika), ofrecido a los ahijados en las rutuchas con maíz, coca, etc., la moneda colocada en el kukatari del yatiri (nayracha), etc. es una moneda que participa en la creación de relaciones humanas, a la vez que simboliza estas relaciones:  la conciencia de conciencia expresado como sentimiento. Son monedas que tienen un valor material pero también simbólico. (…) La reciprocidad favorece la crecida del don, no su agotamiento. Me parece, como dice Temple, que en realidad no varía su valor, es estable. Es por ello que los jilanqus daban la misma cantidad de dinero para pagar su derecho de posesión de la tierra a la Prefectura desde la colonia. Era equivalente al tributo de una tasa, de un terreno, sea cual sea el precio del terreno”.

1.2. Moneda local como interfase entre Capitalismo y Reciprocidad

Ahora bien, la lógica del Principio de Identidad y No contradicción nos llevan a disyuntivas no realistas: o bien se acepta el Capitalismo y/o socialismo: es la misma chola con otra pollera, y entonces se rechaza la Reciprocidad o se acepta la Reciprocidad y se rechaza el Capitalismo, mientras por debajo de las definiciones lógicas, ambas energías siguen constituyendo el hecho económico. Más nos vale, no ser ciegos adrede.

Un efecto de entenderlas, como complementarias, a ambas energías es buscar el Tercero Incluido económico. No va a ser un invento nuestro, siempre ha tenido que haberlo. Un Tercero Incluido, entre ambas, es la Moneda local.

En efecto, del desarrollo general de la Economía se retiene la tecnología de la Moneda que ha demostrado ser un eficiente y eficaz medio de intercambio lejano, a diferencia del trueque que está circunscrito, por diseño, como la democracia participativa[vi], al entorno cercano. Respecto del Capitalismo, lo que hace la Moneda local es cercenarle la ponzoña de las tasas de interés positivas, que incentivan, precisamente, la Acumulación; es decir, se instaura una tasa negativa que los economistas llaman Oxidación [vii]. Respecto de la Reciprocidad, lo que se hace es suturarle la velocidad de la circulación, producida, justamente, por una depreciación pautada, diseñada ex professo. Esa moneda “quema” en las manos y hay que desprenderse de ella cuanto antes. Ese es su secreto. No sirve para ahorrar, acumular y volverse ricos; sirve, por diseño, para compartir y ser solidarios.

Esta es, pues, la propuesta, en pocas palabras.

  1. El Dinero

2.1. ¿Qué es el dinero?

El dinero, como el Dios monoteísta, pretende ser el equivalente general de sentido. La Reciprocidad no tiene pretensiones universales. Es puntual y concreta, también por diseño. Veamos cómo se produce ese equivalente general. Dada una situación que implica dos partes, digamos A y B, si A desea un objeto b que posee B, pero no puede inducirlo a entregar b porque B no desea ese a que A puede proveer (eso sería el trueque)  es útil que exista cierto X, en el que A pueda convertir ese a en cualquier momento y que se pueda suponer que B desea, porque él, a su vez, puede cambiar por cualquier c, d o e que pueda desear de C, D o E. Porque en esas circunstancias, A puede usar cierta cantidad de X, en su control, para adquirirle b a B que, a su debido tiempo, puede decidir en qué convertir esa cantidad de X.

Todo lo que funciona como X es dinero. El sentido del dinero, pues, es transmitir, al circular, las valoraciones que los individuos realizan de los objetos en sí mismos (al margen de toda inter subjetividad: eso sería la Reciprocidad) aptos para satisfacer sus deseos, mientras que el dinero, por sí mismo, no puede hacer eso directamente, porque no posee valor propio. Pero he aquí que, justamente por ello, el dinero expresa y representa esas valoraciones de una manera singularmente efectiva y, en esa capacidad, por cierto, se basan todas sus funciones.

Dicho con otras palabras: los objetos (desligados de sus productores) adquieren valor económico en la medida en que son comparados con otros en vista del intercambio. “El dinero, en palabras de Simmel [viii], es, por así decir, la intercambiabilidad personificada de las cosas”.

2.2. Propiedades del Dinero

Podemos empaquetar, siguiendo a Gianfranco Poggi [ix] las propiedades del dinero en varios racimos. Un primer racimo agruparía las siguientes propiedades. Instrumentalidad. El dinero, según Simmel, es una herramienta que opera mecánicamente sobre objetos; pero no sólo eso, también nosotros operamos con él. Lo decisivo, empero, es que lo que media el dinero, en su totalidad, no es la posesión de objetos, sino el intercambio entre ellos. Otra propiedad es su Transportabilidad, facilitada por los billetes, letras de cambio y, ahora, Internet. Otra cualidad es su Invisibilidad, debida a la transitividad del intercambio, en sí, y a los medios, abstractos, en que se da. Esto tiene sabor teológico [x]. Otra cualidad: es la mejor corporización posible de la noción de propiedad. Y, finalmente, lo que Baruj Spinoza formula así en su Etica (IV, Apéndice, Cap. 28): “El dinero ha llegado a ser el compendio de todas las cosas” [xi].

Un segundo racimo de propiedades se centra en la Impersonalidad del dinero. En primer lugar, el dinero es impersonal  simplemente porque sólo tiene sentido entre personas; las personas, en sí mismas, no son importantes. En segundo lugar, porque fomenta, entre los que lo usan, actitudes frías, neutras, sin chuyma: cero afectividad (al revés que en el Ayni). El dinero, por diseño, erosiona las relaciones. Otras propiedades: fomenta la objetividad, la imparcialidad, la indiferencia o la neutralidad. He aquí de donde nace la no-relacionalidad real del sistema occidental (la relacionalidad la exporta a lo simbólico: la religión). El dinero ha educado a sus usuarios en los aspectos cuantitativos de la realidad El dinero expresa numéricamente la inter cambiabilidad de las cosas. De ahí su relación con el cálculo. Dado que el dinero se suma y resta continuamente, produce, de paso, los valores de la exactitud, la precisión y el rigor  requeridos para funcionar en este tipo de sociedades. Qué duda cabe que el funcionamiento del dinero lleva a una creciente intelectualización de la experiencia humana. Nos hace expertos en el mapa, no tanto en el territorio. La reciprocidad educa al revés.

Un tercer racimo se centra en lo que podemos llamar su Potencialidad, en el sentido de las palabras alemanas können y vermögen que usa Simmel y que, en castellano, se podría traducir por pudiente. Es la predisposición subjetiva de poder hacer algo. Como dice Simmel: alguien que puede tocar el piano difiere, incluso si no toca, del que no puede  tocar el piano. De ahí que el dinero tenga una cualidad metafísica: se extiende, en efecto, más allá de cada uso particular y realiza la posibilidad de todos los valores como el valor de todas las posibilidades. Es dúctil, maleable, de gran plasticidad. De ahí su carácter dinámico: tiene que circular y también su carácter funcional. En realidad, como dice Simmel, “el dinero no tiene una función, es la función”.

2.3. El ambiente institucional del dinero

Para que el dinero pueda desplegar sus bondades, precisa de algunos requisitos. El primero es que requiere de una atmósfera de confianza abstracta generalizada, no basada en el parentesco. Como dice el lema de una monedad maltesa: non aes sed fides: no el bronce, sino la confianza. Sin esta preambula fidei[xii] monoteísta, el dinero no funcionaría.  La segunda condición: el dinero debe ser estable, preservar su valor en el tiempo, justamente porque es el movilizador por antonomasia de los valores económicos;  debe ser una especie de “motor inmóvil”, como el dios aristotélico (Metafísica, Libro XII, Capítulo 7). Sin “forma Estado” no hay “forma Dinero”. Sin “forma Ayllu” no hay “forma Ayni” [xiii]. Una tercera condición es que el dinero está asociado con el avance de la democratización de las sociedades: el dinero nivela. Una cuarta condición: el dinero precisa de un Estado centralizado que garantice una confianza generalizada; lo cual implica: burocracias públicas que administren el dinero tributado. Todo ello implica, obviamente, un sistema legal basado en el derecho positivo. Quinto, el dinero está fuertemente asociado a la noción de libertad, pues permite a sus  poseedores  liberarse de los vínculos debidos a la  reciprocidad del ayllu. Sexto, todo lo cual fomenta, qué duda cabe, el individualismo, es decir, la capacidad de los individuos de referirse principalmente a sus propias creencias, valores e intereses, en desmedro de los valores comunitarios. Debido  a todo ello, la economía monetaria produce una atomización y fragmentación del individuo y de la sociedad que es letal. Sus bondades, finalmente, terminan revirtiéndose. Ha llegado el momento de su complementariedad con el Ayni.

2.4. La carrera histórica del dinero

El modo cómo se ha desarrollado el dinero dice mucho acerca de lo que es. Al comienzo, “monetario” se decía “pecuniario”; de pecus: oveja. Para las tribus latinas, la oveja servía como unidad de intercambio. Algo orgánico. La siguiente etapa está signada por un metal precioso: el oro. Según Cristóbal Colon “El oro es excelentísimo; del oro se hace tesoro, y con él, quien lo tiene, hace cuanto quiere en el mundo, y llega a que echa las ánimas al Paraíso” [xiv] Le siguen los metales bajos que pueden ser fácilmente acuñados en piezas uniformes que se pueden contar y pesar. Lo que cuenta, como vemos, es más lo simbólico y menos lo material: de qué está hecha. Después viene la moneda papel, el dinero plástico y, ahora, la codificación de posesiones monetarias en rastros electrónicos en las memorias de computadoras. He aquí que la sustancia tangible ha desaparecido. Simmel denomina esta tendencia con el término “espiritualización” y la considera inherente a la naturaleza misma del dinero. Este hecho ha permitido la expansión de la esfera monetaria a todo el planeta. Con lo cual las relaciones sociales, en su conjunto, se realizan a través del abstracto más concreto y los valores de uso han sido remplazados por lo valores de cambio. El dinero de ser un medio de transacciones comerciales, circulación, pasa a convertirse en Capital y a hacerse cargo también de la producción. Con lo cual, sin darnos cuenta, la democracia ha perdido su sustancia y los que gobiernan el mundo son los banqueros. Hemos tocado fondo. Hay que empezar a deconstruir ese totalitarismo implícito del solo dinero. El becerro de oro, Éxodo, 32,1-6, se come a sus hijos [xv]. El dinero, desde el comienzo, ha estado ligado al sacrificio y a diferir el placer de estar juntos [xvi]. Todo esto, ahora, lo podemos ver en televisión, cuando se informa sobre la crisis del Euro. Nunca estuvo tan claro.

Como vemos, pues, el dinero ha sido, a nivel de la humanidad, el gran catalizador y operativizador de las funciones del lóbulo cerebral izquierdo. De ahí la crisis actual y la necesidad de contraponerle las funciones del lóbulo cerebral derecho: la reciprocidad, para reequilibrar el mundo. En esto, justamente, Bolivia tiene mucho que aportar.

  1. Algo sobre el sistema monetario

Uno de las dificultades del sistema monetario actual, es el que deviene del atesoramiento del dinero. En efecto, el atesoramiento de lo que debería servir como medio de cambio: el dinero, lleva a la existencia de tasas de interés positivas y, como consecuencia de ellas, a la sobreexplotación de los recursos, la competencia interminable, la concentración de la riqueza en pocas manos, etc. Pero además, en ciertas coyunturas, el atesoramiento de dinero se vuelve excesivo y llega a frenar la actividad económica, provocando un desempleo generalizado y un crecimiento de la pobreza. Estos problemas, pueden ser evitados cambiando ciertas reglas de funcionamiento del sistema monetario [xvii].

La moneda, sus funciones y sus destinos

 El exceso de atesoramiento, que la oxidación monetaria intenta impedir, proviene de las distintas funciones de la moneda que pueden llegar a ser contradictorias. Recordemos que la moneda tiene varias funciones y, por lo tanto, varios destinos posibles. La mayor parte de las escuelas de pensamiento económico aceptan que la moneda funciona como: Unidad de Cuenta, Patrón de Precios, Medida de Valor, Medio de Circulación, Reserva de Valor

Dado que la misma moneda puede cumplir, simultáneamente, todas estas funciones, estaríamos ante distintos valores de uso corporizados en un mismo objeto, y es esto lo que produce tendencias contradictorias ya que, dadas sus distintas funciones, tiene también destinos diferentes.

1° Destino: Si ingresa al mercado de bienes y servicios, estará siendo usada como Medio de Circulación. En este caso se dice que la moneda es “gastada”.

2° Destino: Si permanece en el bolsillo de las personas, estará funcionando como Reserva de Valor. En este caso se dice que la moneda es “atesorada”.

3° Destino: Si ingresara al mercado financiero (a través de depósitos de ahorros, plazos fijos, compra de bonos, títulos, acciones, etc.), estará siendo usada, también, como Reserva de Valor, por parte de quien la deposita. En este caso se dice que el dinero es “ahorrado”. Pero, a la vez, quien pide y recibe este dinero en préstamo, la usará nuevamente como Medio de Circulación.

Vemos así que la 1ª y 2ª función pueden ser opuestas, si la moneda, en cuanto Reserva de Valor, es atesorada. El atesoramiento es una no-circulación. En el 3° Destino tal contradicción es superada, puesto que, siendo Reserva de Valor para unos, la moneda reingresa al circuito económico, como Medio de Circulación, a través del sistema financiero. Pero tal superación tiene un costo: una tasa de interés positiva. En efecto, el sistema financiero debe ofrecer, a los poseedores de dinero, una retribución: el interés, justamente, para que este se desprenda de su activo y lo preste. A la vez, quien pide prestado dinero debe pagar más que lo que recibirá el poseedor del dinero, para solventar la actividad de intermediación financiera.

Cuando el atesoramiento es excesivo se priva al circuito económico de su medio de circulación, y la actividad económica recibe un freno. He aquí el problema al que la oxidación monetaria intenta dar solución.

Si la tendencia a atesorar (2° destino) es desmesurada, nos encontraremos con que es escaso el dinero disponible para el 1° y 3° destino. En el 1° destino faltará dinero que “aceite” el mecanismo de circulación de mercancías, lo cual deprimirá la actividad económica. En el 3° destino faltará dinero que retorne al circuito productivo mediante el crédito del sistema financiero, por lo cual este último deberá ofrecer tasas de interés positivas (para incentivar al atesorador a que deposite su dinero). Esto desalienta la producción, favorece la  concentración de la riqueza y genera una dinámica voraz, y destructiva a nivel sistémico.

La Oxidación

 En opinión de Gesell, como ya dijimos, el origen de las crisis económicas se encuentra en la esfera de la Circulación y no de la Producción. Es el uso del dinero, como Reserva de Valor, lo que provoca la crisis:

“El dinero debe ser “la llave para abrir las puertas del mercado, no el perno para cerrarlas”, debe ser un camino y no una puerta de peaje, debe asistir al intercambio y no impedirlo. Y está claro que el dinero no puede ser simultáneamente el medio de intercambio y el medio de ahorro – estimular y frenar simultáneamente”. “Solamente si el dinero queda anticuado como un periódico, se pudre como las papas, se herrumbra como el hierro, se evapora como el éter, será capaz de pasar la prueba y ser un instrumento para el intercambio de papa, de periódico, hierro y éter. Tal dinero no será preferido a las mercancías por un comprador o un vendedor. Entonces daremos nuestras mercancías por dinero solo porque necesitamos dinero como medio de intercambio no porque contemos con una ventaja en la posesión de dinero”

 El procedimiento que proponía Gesell para llevar adelante la oxidación consistía en hacer que los billetes en circulación tuvieran que ser “sellados” con estampillas que se debían comprar en la oficina del correo (lo cual implicaba un costo para quien lo tenía). Gesell pensaba que debía aplicarse una desvalorización del orden del 0,5 mensual (6 % anual). Esto equivale a un impuesto por mantener dinero inactivo; algo semejante a la tarifa por estacionamiento de un vehículo.

Un dinero de este tipo – que penaliza a quien lo acumula-, tendería a fijar una tasa de interés “básica” nula, porque sólo si el atesoramiento de dinero es penalizado (es decir su rendimiento es negativo) la tasa de interés bancaria necesaria para atraer el dinero a los depósitos puede ser nula. De este modo no es que desaparecería la acumulación. Las personas podrían seguir acumulando riqueza libremente en base a su trabajo, su creatividad, su libre iniciativa y asunción de riesgo. Lo que desaparecería es la acumulación autopropulsada, exponencial y destructiva.

Dicho con otras palabras. La gente guarda el dinero (lo atesora) porque el dinero cuenta con características que no tienen los demás bienes (no se pudre, ni oxida, ni evapora, ni apesta, etc.) por lo cual, para evitar el atesoramiento excesivo, debe rebajarse artificialmente el status del dinero, mediante un arancel o tarifa. La oxidación de la moneda es un proceso por el cual se hace que esta pierda artificialmente valor, con el paso del tiempo, a través de la aplicación de una “tasa de oxidación”. El objetivo de la oxidación de la moneda es alentar, a la gente, a que no guarde el dinero, de modo que este no falte en los circuitos económicos que lo utilizan como medio de circulación. Tal la propuesta de Silvio Gesell.

  1. Moneda Local

 4.1. Introducción

 Las crisis financieras aguzan la creatividad y el sentido común. Se vuelve a re-pensar y a re-dosificar los grandes conceptos: individuo-comunidad, capitalismo-reciprocidad, tenencia-usufructo de la tierra. Como en un eclipse, empiezan a coincidir las sociedades civiles del Norte y el Sur, en el tema de la Moneda local.

En realidad ésta: las monedas locales, no son una idea nueva, ya en el 2300 AC, Diógenes propuso que se sustituyera el dinero metálico por uno de huesos, que hediera y se corrompiera, para acelerar su circulación; más tarde, Licurgo, en Esparta, propuso sustituir las monedas de oro por otras de hierro, para desincentivar su atesoramiento.

En la Edad media florece la economía, pari pasu se marchita la democracia convivial mediterránea y aparece el gótico [xviii]. Entonces, los gremios, más que los señores,  dinamizan la economía a través de la construcción de grandes obras: las catedrales góticas precisamente. La gente tenía dinero para comprar comida, ropa, construirse casas y equiparlas [xix]. El dinero se devaluaba regularmente cuando se recogían las monedas usadas y se las cambiaban por nuevas. En ese proceso se retenía un impuesto de impresión: 10 a 15%. Este sistema fiscal era más justo que el actual, por cuanto todos tomaban parte de él a la hora de pagar impuestos. Así se impedía el atesoramiento de dinero. Una bula papal prohíbe cobrar intereses [xx]. La gente que acumulaba tenía que pagar un impuesto mayor. De esa forma circulaba siempre la cantidad de dinero suficiente para que funcionase el ciclo económico. El dinero que sobraba se donaba con fines religiosos, sociales y culturales. Además, la mayor parte de la tierra pertenecía a las comunidades.  En la época gótica, pues, la regulación del dinero y el suelo aseguraron el buen funcionamiento de la economía [xxi].

En la edad moderna, Boisguilbert, John Law, Pierre-Joseph Proudohn, Silvio Gesell, Rudolf Steiner agitaron las mismas ideas. El caso paradigmático es el de Silvio Gesell, como ya vimos, que teorizó e implementó su idea de un modo extraordinariamente exitoso en los años Treinta. A partir de los Ochenta y, como hongos, a partir del 2008, surgen por doquier nuevos sistemas de intercambio comunitario, para superar la crisis económica en curso y minimizar las consecuencias negativas del proceso de globalización [xxii], a través, justamente, de la re-localización de los recursos [xxiii].

4.2. Algunos antecedentes antiguos

 La emisión y utilización de Moneda local en circuitos comunitarios ha sido una práctica habitual a lo largo de la historia. Sin embargo, en la modernidad, la expansión de los Estados Nación supuso un desplazamiento de lo descentralizado y local hacia lo centralizado y nacional. Ahora, con la globalización económica, se vuelve a revertir está tendencia, al punto que se ha planteado un serio debate acerca del papel del Estado pues, de facto, la liberalización global financiera ha socavado la autonomía de los bancos centrales para determinar sus políticas monetarias. Lo estamos viendo en televisión a propósito del caso de la crisis del Euro.

En sus orígenes, la emisión de moneda sólo estaba sujeta a la promesa del emisor de redimir su valor. La circulación respondía a la confianza de los usuarios en dicha promesa. El Estado Moderno debilitó esas prácticas, centralizando el control monetario en los bancos centrales. Sin embargo, se trata de algo muy reciente: sólo bien entrado el siglo XIX el Banco de Inglaterra elimina la circulación de los billetes locales, mientras que en Estados Unidos este sistema centralizado no se formalizó hasta 1913 con la Ley de la Reserva Federal

Ahora bien, las crisis económicas de la Chrematistike [xxiv]  han contemplado siempre, pari pasu, el resurgimiento diverso de la Oikonomike: modos de intercambio alternativo como estrategia para afrontar las condiciones adversas. Dos momentos nos pueden enseñar mucho: la Gran Depresión de los años Treinta y la actual crisis financiera global.

Analicemos unas cuantas experiencias para mostrar, primero, que son factibles y, segundo, necesarias en tiempos como los que estamos viviendo.

4.3. Algunas experiencias durante la Gran Depresión

 La más importante, por lo exitosa, es la debida a Silvio Gesell [xxv] que propuso un Nuevo Orden Económico Natural basado en una  serie de reformas, especialmente en la esfera monetaria y el ámbito agrario. Su objetivo era eliminar todo tipo de rentas, tanto las de la tierra como las del crédito, así como las estructuras monopólicas del mercado.

Un caso famoso y hasta paradigmático es el la Experiencia de Wörgl. Esta experiencia se inicia en julio de 1932 y dura hasta enero de 1933, cuando el Banco Central de Austria, decidió prohibirla, nada menos que por exitosa. Sus características fueron las siguientes: El alcalde del pueblo de Wörgl, en el Tirol austriaco, de 4200 habitantes, propuso emitir, como medio de cambio, “Certificados de trabajo” de uno, cinco y diez chelines (en la misma denominación, y equivalentes a, los chelines de curso legal), para realizar obras públicas. El gobierno municipal decidió un «Programa de autoayuda económica». Con los Certificados de trabajo el Municipio empieza a contratar trabajadores y a realizar obras públicas. Entre otras, por ejemplo, la construcción de un puente, la canalización de una parte de la ciudad y la remodelación del ayuntamiento. Los obreros eran pagados con el nuevo dinero, con el que pedían comprar en Wörgl comida, vestido, etc. Así mismo, los comerciantes, con esa moneda, podían pagar sus impuestos. De este modo se cerraba el ciclo monetario. Ahora bien, para producir la oxidación artificial del billete se habían impreso 12 casilleros en los que se tenía que pegar una estampilla 1 vez por mes (en fechas prefijadas impresas al dorso del billete), cuyo valor era del 1% mensual. La emisión era totalmente respaldada en chelines austríacos. Los billetes, los Certificados de trabajo, podían ser convertidos en cualquier momento con un descuento del 2% o bien, sin ningún descuento, a su vencimiento que se produciría al cabo de un año. Cada billete entraba en circulación cuando el gobierno municipal pagaba a los obreros. Las empresas, que adherían al sistema, recibían un crédito en Certificados de trabajo y éstos eran aceptados por el gobierno municipal para el pago de impuestos, lo cual facilitó su aceptación como medio de cambio. A través de una comisión de un 1% al mes, sobre el valor del dinero, se aseguraba que nadie acumulase los Certificados de trabajo y rompiese así ese ciclo. Esta comisión se pagaba sobre los billetes y servía para financiar un fondo de ayuda a los pobres. Al poco tiempo regresaban los billetes emitidos al Tesoro municipal. La comisión de un 1% tenía la función de garantizar el buen funcionamiento cíclico del sistema. El dinero cambiaba a menudo de propietario y siempre estaba a disposición para emprender nuevas obras o contratar nuevos trabajadores. En un año descendió el paro en Wörgl en un 25%, en tanto que en Austria sólo en un 10%. El éxito de este experimento pronto se hizo famoso. La praxis confirmó la teoría de que el dinero que cambia poco de propietario, es el que causa paro y miseria. Los recursos de inversión pública que no son invertidos, por la alta rotación de funcionarios y la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, no son precisamente  lo mejor que nos está sucediendo.

La experiencia tirolesa se expandió rápidamente por diversas regiones de Alemania, siendo el caso más destacable el de la pequeña ciudad de Schwanenkirchen. El ingeniero de minas Hebecker compró en dicha localidad una mina de carbón. Ante la imposibilidad de recibir crédito por parte de los bancos, Hebecker se puso en contacto con la Sociedad Wära, que sigue el modelo Gesell, de la que recibió un crédito de cincuenta mil Wära. Con este “dinero” contrató a sus primeros trabajadores a los que pagaba en un 90% en Wära. En un principio, el sistema no contó con una gran aceptación hasta que Hebecker inició la compra de mercancías, que después vendía a sus trabajadores a cambio de los bonos Wära. Ante la competencia que esto suponía, los comerciantes locales comenzaron a aceptar los bonos, expandiéndose así el sistema. La recuperación económica de toda la ciudad y la desaparición del desempleo en aquellos momentos de crisis económica generalizada llamaron la atención. En octubre de 1931, el Ministro de Finanzas declaró ilegal la producción, entrega y uso de cualquier tipo de dinero alternativo. En noviembre del mismo año, Hebecker se vio obligado a cerrar la mina teniendo que despedir a todos sus trabajadores.

En los Estados Unidos, durante la Gran Depresión, fue frecuente la emisión de Paper Strip. El primer sistema de Paper Scrip fue introducido por Charles J. Zylstra en el Estado de Iowa, más concretamente en el pequeño pueblo de Hawerden. En octubre de 1932, Zylstra consiguió que el Consejo Municipal, con el apoyo de muchos empresarios, emitiera Paper Scrip por un valor de US $300 bajo la denominación de “cupones de comercio”. A diferencia de las indicaciones de Gesell, el impuesto sobre la moneda no se relacionaba con la acumulación de la misma sino con su intercambio. Se estableció así un porcentaje de un 3% que actuaba a modo de impuesto sobre la venta. La recaudación de este impuesto era destinado por la municipalidad a la redención de los cupones así como a cubrir los gastos del sistema. Esta idea se difundió extensamente por los Estados Unidos dando lugar a numerosas experiencias y generando una considerable disminución del desempleo.

  1. 4. Algunas experiencias actuales

 Examinemos, ahora, los nuevos sistemas de intercambio comunitario [xxvi] que pueden ser considerados como herederos de las experiencias de la Gran Depresión. Ambos movimientos comparten la misma preocupación hacia la protección del empleo y la recuperación de poder por parte de las comunidades para afrontar las crisis económicas. Sin embargo, los nuevos movimientos también abogan por un  cambio en la esfera personal y de las relaciones comunitarias: el Vivir Bien, ausente en las experiencias del siglo pasado.

El caso más extendido es el conocido Local Exchange and Trading System, LETS, una variable de este es el Local Exchange and Emploiment System. Este sistema de intercambió fue creado por Michael Linton en 1983 en la región canadiense de Comox Valley, British Columbia con la intención de atajar las  consecuencias de las altas tasas de desempleo y la recesión de los sectores económicos más importantes de la región. Durante sus veinte primeros meses, los intercambios de bienes y servicios realizados en el sistema alcanzaran un valor equivalente a un cuarto de millón de dólares. En The Other Economic Summit, de 2002, celebrado en paralelo a la Cumbre Económica del G7, se convirtió en un importante foro para la diseminación del modelo. En la actualidad, se trata del sistema de intercambio paralelo más extendido por todo el mundo.

El esquema de funcionamiento es el siguiente. Los miembros deciden cual será la unidad de intercambio o moneda que operará en el sistema. En un principio el nombre de la moneda fue el Green Dólar, aunque muchos grupos han optado por darle a su moneda un nombre relacionado con su localidad. Esta moneda tiene un valor equivalente al de la moneda nacional de cada país. El grupo elabora un listado con los bienes y servicios ofrecidos y requeridos por cada miembro. Cada participante recibe una cuenta con balance equivalente a cero unidades de intercambio. En cada transacción, comprador y vendedor acuerdan el precio del bien o servicio que puede ser valorado íntegramente en unidades LETS o consistir en una combinación de éstas con la moneda nacional.

El momento del intercambio constituye el momento de creación de la moneda, o lo que es lo mismo, la creación del crédito mutuo. El comprador emite un vale o cheque por el valor acordado para ese bien o servicio con lo que su cuenta reflejará ese valor en números negativos. Del mismo modo, la cuenta del vendedor será incrementada con el valor positivo procedente de dicha transacción. Las cuentas de todos los miembros y las transacciones realizadas por cada uno de ellos son gestionadas a partir de una base de datos cuyo contenido es de carácter abierto para todos los miembros. Así, en cada momento es posible conocer el balance de todos y cada uno de los participantes.

Generalmente, existe un límite al endeudamiento como dispositivo para evitar el abuso dentro del sistema. Ahora bien, la existencia de cuentas con balance negativo es absolutamente necesaria pues, sólo así, es posible la creación de riqueza, ya que se trata de un juego de suma cero en el que el total de los balances negativos es exactamente igual al de los balances positivos. Así, cuanto mayor sea el poder de endeudamiento, mayor será la capacidad de creación de riqueza por parte del grupo. No obstante, en la medida en que en este sistema todos pierden, si algún miembro deja de cancelar sus deudas, es esencial que todos se conozcan entre sí y exista confianza mutua. Su escala es, pues, local. .

Otro sistema es el los sistemas moneda-tiempo.  El primer y más importante modelo de moneda-tiempo es el de las Horas de Ithaca, creado por Paul Glover en 1991. Ithaca es una pequeña localidad del Estado de Nueva York, caracterizado por tener uno de los más altos porcentajes de trabajadores pobres. Paul Glover decidió poner en marcha este dispositivo para tratar de alentar a la población a que utilizara su tiempo y su dinero dentro de la comunidad y frenar así los que él consideró como un “desvío de energía” hacia la gran Ciudad de Nueva York.

La moneda creada en este caso recibe el nombre de Ithaca-Hours y equivale a $10 USA, que es el promedio salarial por hora estimado para el distrito de Tomskins. La utilización de esta moneda está limitada a un radio geográfico de veinte millas desde el centro de la localidad. El eje de este sistema consiste en una publicación bimensual en la que se anuncian aquellas empresas e individuos que están dispuestos a aceptar las Ithaca-Hours, así como los bienes y servicios que estos ofrecen. No obstante, para aceptar o utilizar esta moneda no es necesario formar parte de esta asociación. Así, mientras que los miembros propiamente dichos de la asociación serían aquellos que se publicitan en The Ithaca Money (nombre de la publicación bimensual), eventualmente la moneda puede ser utilizada por cualquier persona dentro del radio geográfico anteriormente citado.

El Corralito Argentino también hizo surgir, como por ensalmo, diversas formas de la Oikonomike. La primera cooperativa de ayuda mutua se creó en la provincia de Bernal, en octubre de 1995 bajo la denominación de Club del Trueque. Seis meses después, con la creación del segundo Club se inició lo que hoy se conoce como La Red Global del Trueque en el que cada una de las asociaciones constituye un nodo en dicha red mediante la cual es posible realizar intercambios no ya solo dentro del propio grupo al que cada miembro pertenece sino también entre miembros de distintos nodos, lo cual supone una novedad respecto a las experiencias llevadas a cabo con anterioridad.

En sus orígenes, el sistema de funcionamiento de esta moneda era muy similar al funcionamiento de los LETS, es decir, no existía un soporte físico para esta moneda. Los cálculos se realizaban en una libreta centralizada, acompañada de una tarjeta donde cada miembro contabilizaba sus saldos, pasando después a una planilla de cálculo y a continuación a una especie de cheque nominal, donde cada uno anotaba el nombre de la persona que los recibía. Poco después se crearon los primeros vales trasferibles (un Crédito era equivalente a un Peso si bien la redención de los Créditos por moneda legal no era posible), lo que supuso un incremento en la velocidad de las transacciones y de creación de nuevos nodos. Con el paso del tiempo la técnica de reproducción de los mismos se ha ido perfeccionando para dificultar su posible falsificación.

Heloisa Primavera [xxvii], su principal teórica, señala lo siguientes elementos caracterizadores del modelo argentino. Emisión de moneda social desde el comienzo. Cultivo de un sistema convivial permanente, con encuentros semanales regulares que permiten construir una alta pertenencia a los pequeños grupos, donde todos los productores son también consumidores y las transacciones construyen confianza y afianzan las relaciones sociales. Configuración abierta en Red, a partir del momento en que los intercambios se empiezan a hacer entre varios clubes que se reconocen y se organizan en su autonomía. Los participantes construyen una doble pertenencia, a su Nodo o Club de origen y a la Red como un todo, afianzando una nueva pertenencia múltiple. Dentro de la autonomía de los Nodos, aparecen elementos comunes que los unen, aun cuando no hay intercambio de bienes y servicios. Se construyen distintas formas de articulación y creación de consenso para resolver los problemas que plantea la vida en esa inmensa empresa social virtual. En un desequilibrio permanente de los movimientos de centralización / descentralización, la Red adquiere varios nombres, estilos de gestión, configuraciones propias de la expresión de cada lugar de origen y, principalmente, muchos instrumentos de intercambio distintos, lo cual permite hablar de una moneda social como su principal innovación teórica.

Con el concepto de moneda social, Heloisa Primavera hace referencia a la importancia que adquieren las relaciones personales en este sistema. Si bien todos estos sistemas apuntan hacia una reforma, tanto económica como social, en el caso argentino el llamamiento por un cambio en el ámbito de las relaciones sociales que se establecen entre los miembros se encuentra mucho más presente, las reuniones grupales son más habituales, el número de participantes en cada nodo está limitado para permitir que se conozcan entre ellos y las dinámicas de interacción interpersonal están más desarrolladas.

 5. Cuatro conceptos erróneos acerca del Dinero.

 Según Margrit Kennedy  [xxviii] son frecuentes los siguientes errores:

 5.1. Existe un único tipo de crecimiento

Y éste sería el crecimiento de tipo orgánico. Margrit Kennedy apunta a otros dos, ilustrados por tres curvas en una gráfica

La curva A representa el crecimiento orgánico. En el caso de los humanos, se crece rápido al comienzo; durante la adolescencia se desacelera y a los 21 años se detiene,  lo que no impide seguir creciendo cualitativamente. La curva B representa el crecimiento mecánico, lineal. Más máquinas producen más bienes. La curva llega al tope cuando se detienen las máquinas. La curva C representa el crecimiento exponencial. Crece lento al principio, se acelera en forma continua y llega, al final, a un crecimiento exponencial. Es el caso de la metástasis cancerígena.

Pues bien, el dinero, basado en el interés y el interés compuesto, se multiplica siguiendo la pauta de crecimiento exponencial. Es conocido el ejemplo del emperador persa que queriendo agradecer al inventor del ajedrez, éste le pidió que se pusiera en la primera cuadricula un grano de trigo y se duplicara el número de granos en las siguientes. La cantidad, a la que ascendía en la cuadricula 64, equivalía a 440 veces la cosecha de cereales de todo el planeta. Algo inaudito. Esto es crecimiento exponencial

Ahora bien, la solución a los problemas monetarios, ocasionados por el crecimiento exponencial actual, consiste en crear un sistema monetario que corresponda a la curva de crecimiento natural. Esto significa reemplazar los intereses por otro mecanismo que permita mantener el dinero en circulación, sin dispararse.

5.2. Sólo se pagan intereses en caso de solicitar un préstamo en dinero

 Esto es falso. Lo que ocurre es que es difícil captar el verdadero impacto del mecanismo de los intereses, sobre el sistema monetario, debido a que funciona de manera encubierta. Los intereses, en efecto, se incluyen en el precio de todos los productos que pagamos. Los montos varían conforme a la relación entre costo de capital y el trabajo que demandan los bienes o servicios que adquiramos. Si pudiésemos, pues, abolir las tasas de interés y reemplazarlas por otro mecanismo capaz de asegurar la circulación monetaria, la mayoría podría poseer el doble de riqueza o trabajar la mitad del tiempo.

5.3. Bajo el sistema monetario actual, todos son afectados en igual medida por las tasas de interés.

 También falso. Nuestro sistema monetario permite que opere un mecanismo de redistribución oculto que, constantemente, transfiere dinero de los que tienen menos a los que tienen más de lo que necesitan. Es una forma de explotación diferente y mucho más sutil de la que combatió Marx. Tuvo razón al señalar que el origen de la plusvalía se halla en la esfera de la producción. En cuanto a la distribución de la  plusvalía, ésta se da en la esfera de la circulación de bienes y dinero. Aquí tuvo razón Silvio Gesell. Una cosa no quita la otra. El mecanismo del interés y del interés compuesto impulsa un crecimiento económico patológico; no sólo eso, sino que, además, vulnera los derechos constitucionales del individuo, al que ésta le garantiza igual acceso a los servicios públicos, entre los cuales se encuentran, en primer lugar, los servicios financieros. En general, el10% de la población recibe, continuamente, más de lo que paga por dicho servicio a expensar del 80% que recibe menos de lo que paga.

 5.4. La inflación es parte integral de la economía libre de mercado

 Falso. La inflación es otra forma de tributación que posibilita a los gobiernos paliar los problemas más graves provocados por el incremento de sus deudas. Obviamente, cuanto mayor es la brecha entre el ingreso y la deuda, tanto mayor será la inflación necesaria. Al permitir a los bancos centrales emitir dinero, los gobiernos logran reducir sus deudas. Todas las devaluaciones golpean más al 80% que suele pagar más de lo que recibe. El 10% de la población de mayores ingresos puede protegerse de la inflación colocando sus bienes en inmuebles, arte o paraísos fiscales.

 6. Las patologías que produce la Moneda

6.1. La inflación.

Se inicia por la emisión de dinero por parte del Banco Central. Si la cantidad de dinero es mayor que la cantidad de bienes, significa que hay más dinero para poder comprar la misma cantidad de bienes o servicios. Entonces él que necesita, paga más por un bien determinado. Así empieza la espiral de la inflación. Al subir el precio de los bienes, los trabajadores van a exigir mayores sueldos y, así, se puede llegar hasta la hiperinflación.

La inflación tiene el efecto de que los bienes mantienen su valor, mientras el dinero lo pierde. Los que tienen bienes son normalmente los ricos, mientras los pobres tienen sólo su salario que, cada vez, vale menos. La inflación es una transferencia de la riqueza de Abajo hacia Arriba.

 6.2.  La Stagflación

 Es una combinación, entre el estancamiento de la economía y una alta inflación. Esta situación es muy temido por los economistas (y politicos) porque el remedio para terminar la Stagflación es restringir más a la economía, con todos los problemas sociales que esto provoca.

6.3. Deflación

 Es lo contrario de la inflación. Si hay recesión, la gente ya no compra como antes. Ante una situación así, los comerciantes dan rebajas, pero la gente no compra, esperando mayores rebajas. El que tiene dinero no lo gastan, pues esperan una bajada mayor de los precios. Las empresas no invierten y despiden sus trabajadores.

6.4. La desigualdad en la sociedad

 En la actualidad, tiene que ver con el sistema monetario. Los intereses y los intereses compuestos son una posibilidad de enriquecerse sin trabajar. De intereses compuestos se habla, cuando uno adjunta los intereses, ganados al fin del año, al capital y, el año siguiente, el capital y los intereses ganan, otra vez, intereses. Implican un crecimiento exponencial. Es conocido el ejemplo de los economistas del indio que vendió la isla de Manhattan por un dólar. Si lo hubiera puesto a un 3% de interés compuesto, hoy podría volverse a comprar la isla con todo lo que tiene. Veamos el caso de las entidades públicas alemanas. El año 2010 han pagado, sólo por intereses, 89.1 mil millones de us$, o sea, 2825 us$ por segundo, a los tenedores de Bonos fiscales. Hay que recordar que, sólo a quienes les sobra el dinero, compran Bonos del Estado para recibir seguros intereses. Los que pagan esos intereses son los que pagan impuestos; es decir, toda la población. Así, pues, en las sociedades contemporáneas, cada año, la población transfiere, escondido en los impuestos, grandísimas sumas por intereses, a los que no necesitan el dinero. Esta es otra manera de transferencia de riqueza de Muchos hacia Pocos.

6.5. Desfase entre sistema monetario y economía real.

En la última crisis global hemos podido ver el daño que se hace, si el dinero no corresponde a la economía real. Durante mucho tiempo, la Reserva Federal ha incentivado el crecimiento de la masa monetaria, al bajar los intereses al mínimo. Los bancos se han aprovechado del dinero barato y lo han prestado a personas que, en realidad, no podían devolverlo. Cuando estos créditos, llamados sub-prime, fallaron, se desató la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos, en la cual millones de familias perdieron sus casas. Al mismo tiempo, ante la falta de posibilidades de inversión, vendieron productos financieros a ahorristas en todo el mundo. Pero estos productos, en realidad, ya no tenían valor; por eso los ahorristas perdieron todos sus ahorros. Y, para terminar de redondear el timo, una tercera parte de ese dinero ingresó en los mercados de alimentos: la gente come todos los días. Este mecanismo encareció estos productos y, esta vez,  llegó hasta nosotros.

  1. Dinero neutral

Los promotores actuales del Dinero neutral [xxix] nos vuelven a recordar que es, justamente, el sistema monetario el que hace imposible una sociedad justa, al facilitar la explotación camuflada, escondida, secreta, de las masas y al necesitar crecer permanentemente a costa del medio ambiente.

El dinero se introdujo, justamente, para facilitar el comercio, ya que el trueque de bienes es difícil, costoso y no es funcional en sociedades complejas. Pero, he aquí, que el dinero se ha convertido en más deseable, que los productos que debería intercambiar. Es más, los que retiran su dinero del mercado (porque les sobra) exigen, encima, un rescate, llamado Interés.

Ahora bien, esas ganancias debidas al Interés de algunos, tenemos que pagarlas todos y, a saber, en el precio de todos los  productos o servicio que pagamos. Una parte (un promedio de 30 a 40%) es el interés que pagan las empresas productores; ello sube el precio, obviamente. Así, pues, los que ganan los Interese se enriquecen a costa de los demás, usando el dinero emitido por el Estado. Para cambiar esta situación, hay que corregir la causa de los problemas: el dinero.

Un dinero que no esté por encima de los demás, un dinero neutral, justamente, devolvería importancia a los seres humanos y podría volver a servir como medio de intercambio y no proseguir como un medio para ejercer poder y enriquecerse a costa de los demás.

7.1. El interés: síntoma de una economía disfuncional

El Interés tiene una característica perversa: puesto que las ganancias por interés, a su vez, cobran intereses, resulta que el dinero empieza a crecer exponencialmente. Es decir, las ganancias se incrementan hasta el infinito. Se produce una metástasis cancerígena en la vida económica de las naciones. Ahora bien, en un mundo finito, todo crecimiento cuantitativo sin límites, está abocado a derrumbarse en el momento que el dinero se haya emancipado de todo: de la gente, la tierra, el trabajo e incluso la propiedad privada. Que es, por cierto, lo que está sucediendo con la crisis financiera en curso. En cambio, un crecimiento cuantitativo limitado, puede dar lugar a un crecimiento cualitativo más complejo.

Veamos cómo se comportan las curvas de un crecimiento natural y otro exponencial.

crecimiento

¿Por qué existe el interés?

El interés surge por una contradicción inherente al sistema monetario. El dinero es un bien público, emitido por el Estado para facilitar el comercio. Pero también y, al mismo tiempo, es propiedad privada de cualquier que lo posea en un momento dado. Él puede guardarlo, especular e, incluso, destruirlo.

Función del interés

Sin embargo, el interés tiene tres funciones importantes en la economía. Primero, sirve como indicador de escasez en los mercados financieros. Es decir, una baja tasa de interés significa una gran oferta de crédito. Segundo, es una medida para comparar inversiones y dirigir el capital a las más rentables. Estas dos funciones, no obstante, también se puede cumplir, y mejor, cuando el interés sea cero, cerca de cero o, incluso, negativo.

La función más importante es, sin duda, la de ofrecer un incentivo para devolver el dinero a la circulación a través del crédito. En tiempos de bajo interés, la oferta de crédito disminuye y la retención de dinero en efectivo impide el comercio hasta el punto de una deflación

Por tanto, no sirve de mucho prohibir el interés. Lo que hace falta es un mecanismo que asegure la circulación y permita que el interés baje hacia cero.

Un remedio posible: dinero de circulación garantizada

Hemos visto el conflicto entre la función del dinero como medio de intercambio y como almacén de valor. Puesto que el Dinero no puede ser las dos cosas, a la vez, los que usan dinero, para ahorrar valor, impiden su circulación. El interés ofrece un incentivo para la circulación a través de crédito, pero tiene consecuencias fatales. Hace falta un mecanismo que asegura la circulación, sin las consecuencias letales del interés.

Reemplazo del interés por la tasa de circulación

Gesell sugirió asegurar el flujo monetario transformando el dinero en un servicio público, sujeto a tasa, por uso. La idea central de su libro es esta: “En lugar de pagar intereses a los que tienen más dinero del que necesitan y con el fin de mantener el dinero en circulación, todo el que posea un excedente en dinero deberá pagar una pequeña tasa si lo mantiene fuera de circulación”. Como acota Margrit Kennedy “Si bien, hoy en día, el interés es un beneficio privado, la tasa por uso del dinero se traduciría en un beneficio público”

Reforma de la propiedad de la tierra

Ahora bien, con una reforma del dinero, también se ha de introducir una reforma en la propiedad de la tierra. La propiedad privada de la tierra es, como el interés, una forma de ganar riqueza a costa de otros. La mejor solución para lograr justicia social y favorecer el desarrollo personal, estribaría en combinar la explotación privada con la propiedad comunitaria. Otra vez, la conjunción de contrarios.

Sugerimos, pues, pensar y conversar lo siguiente: en el campo, todas las tierras son de propiedad de instituciones públicas, que pueden ser el ayllu, los territorios indígenas o los municipios y sólo pueden ser alquiladas, por años o vitaliciamente, pero no adquiridas. Esas rentas deberían estar destinadas a quienes garantizan la reproducción biológica y cultural de la sociedad: los ancianos y las madres. En los espacios urbanos los lotes y edificaciones deberían ser de propiedad privada y heredable. Así, a cada espacio-tiempo su régimen más apropiado: usufructo y propiedad.

Reforma de los impuestos

Los grandes contribuyentes, nacionales y multinacionales, siempre encuentran vericuetos para zafarse, con “contabilidades creativas” [xxx], mientras que la creación de empleo y riqueza se vuelve cada vez menos rentable por los impuestos. El Impuesto al Valor Añadido, IVA, grava más, como se sabe, a los pobres porque éstos gastan casi todos sus ingresos en consumo. Esto es sumamente injusto.

Para acabar con esto y la explotación impune de los recursos naturales, sugerimos: a) sustituir el impuesto a las ganancias por un impuesto a los productos y b) integrar, al impuesto al producto, los costos ecológicos estimados. Con otras palabras: en vez de gravar con impuestos el trabajo y la venta de productos, hay que imponer tasas a la producción, es decir, al uso de recursos no renovables.

Sería mucho más fácil la imposición y el control de las tasas, pues es más difícil esconder una fábrica que hacer pasar una factura trucha. Ya no habría trabajo negro, ni una burocracia inmensa para cobrar impuestos sobre la renta.

Resumiendo: junto con la tasa a la retención de dinero y los procedimientos del arriendo de la tierra, no haría falta ninguna tasa más para asegurar el florecimiento de nuestros ayllus, tentas… y  nuevos pueblos de verdad [xxxi] y, en las ciudades, las clases medias tendrían acceso al circulante necesario para vivir bien.

  1. Consecuencias

8.1. Para los individuos

Los intereses los pagamos todos. En todo producto y servicio que circula en el mercado, una parte del precio es el interés que pagan las empresas productoras. El monto depende del capital monetario necesitado en la producción pero, por promedio, es de un 30-40%. Sube hasta un 70-80% en casas y departamentos, es decir, el precio real de una casa es una quinta parte de lo que se paga.

Esto significa que las ganancias del interés no caen del cielo, sino vienen del trabajo de otros. Puesto que sólo unos pocos reciben más interés en sus ahorros de lo que gastan en el consumo, la concentración de riqueza se vuelve cada vez más extrema.

8.2. Para las empresas

El interés es la primera competencia de toda inversión. Si la rentabilidad de una inversión es menor que la tasa de interés, la inversión no se hace. Por tanto, el número de desempleados está directamente relacionado con la tasa de interés. Una inversión, por ejemplo, en energía solar, con una rentabilidad de 2%, no se realiza, si se puede cobrar el 6% de interés, depositándolo en el banco.

Además, una empresa tiene que pagar los intereses no sólo de sus deudas, sino también los dividendos de sus socios. Si no puede hacerlo, los inversores sacarán su dinero y lo pondrán en el banco, para cobrar intereses ahí. Por eso, toda empresa debe satisfacer, primero, las exigencias del capital y los trabajadores, luego, tienen que compartir entre sí lo que sobre.

8.3. Para el Estado

El Estado mismo, tiene que pagar, una gran parte de sus ingresos, en interés a los inversionistas. Además, debe procurar un crecimiento ininterrumpido de la economía, para no empeorar la situación de los trabajadores. En los países «desarrollados» la mayor parte de las inversiones ya sólo sirven para agrandar la economía; las consecuencias sociales psíquicas y ecológicas no importan.

El Estado incluso tiene que procurar una tasa de interés alta: si el interés es bajo, hay poca oferta de crédito, porque es más cómodo retener el dinero. La disminución de oferta de crédito consigue que el interés suba otra vez. Por tanto, nunca puede bajar de un 4-6%.

Mientras tanto, existe el peligro de una deflación por falta de dinero. Ya que el Estado debe evitarla, o bien puede crear inflación o bien aumentar la demanda de crédito, es decir, endeudarse, por ejemplo, construyendo centrales nucleares, comprando armamento … que «queman» mucho dinero. Así, la tasa de interés puede seguir en un nivel alto, con todas las consecuencias ya descritas y más

El creciente endeudamiento de los Estados es, por tanto, necesario para que crezcan las ganancias por los intereses. Por tanto, estamos en un punto en que la quiebra de los Estados más débiles es inevitable.

8.4. Para Bolivia

Países, como el nuestro, son en realidad una fuente de recursos naturales y alimentos baratos, para el Primer Mundo. Ya que tienen que pagar, en intereses, el triple de lo que reciben en “ayuda al desarrollo”, se ven forzados a conseguir divisas a cualquier precio. Así, por ejemplo, nosotros estamos vendiendo el gas que sería una  base de nuestra sobre vivencia. Ojala que no vendamos el litio de la misma manera o la biodiversidad de nuestra Amazonia.

Cada año, los países del Tercer Mundo tienen que endeudarse más, sólo para pagar el interés de las deudas, ni hablar de amortización. Una espiral monetaria diabólica.

En resumen: el dinero nunca está dónde se lo necesita y se concentra dónde no se lo precisa. Hay mucho trabajo que hacer, pero no hay dinero para pagarlo. Hay abundancia de todo y gente que pasa hambre por falta de dinero. El dinero ha dejado ser un facilitador de la economía y se ha convertido en un obstáculo para el bienestar de la humanidad.

  1. Ventajas

 La posibilidad de invertir y producir, sin tener que pagar intereses, no sólo haría descender los precios de los bienes y servicios, en los municipios que introduzcan el nuevo sistema monetario, sino que crearía una enorme ventaja para las industrias y las exportaciones. Fuese cual fuese la tasa de interés vigente, los bienes y servicios podrían venderse a precios muy inferiores. Muy pronto esto traería aparejado un auge económico, reduciría el desempleo y se volvería a repoblar el campo, etcétera.

 9.1. Para los campesinos

Para nadie es un secreto que el campo subsidia a la ciudad. Con los préstamos libres de interés, combinados con reformas agrarias e impositivas, esto se acabaría. Otra vez sería atractivo regresar a la vida rural, con todas las ventajas de las ciudades, y volver a la agricultura biodinámica andina y plasmar el Suma Qamaña, es decir, inventar un nuevo estilo de vida, en pueblos de verdad, donde se combine el trabajo, la fiesta, la actividad manual y la intelectual, las tecnologías de punta y las vernáculas. [xxxii]

9.2. Para ecologistas y artistas

Dado que ya no haría falta que el capital tuviese un rendimiento elevado para abonar  intereses, se reduciría el incentivo a la sobre producción y al sobre consumo. Los precios disminuirían en un 30 a 50%, porcentaje que, en la actualidad, sirve para financiar tecnologías e industrias intensivas en capital. En teoría, el crecimiento cuantitativo se transformaría en crecimiento cualitativo. Se podría dar un trastocamiento radical de los valores que tendría consecuencias positivas, tanto cultural como ecológicamente. Si la moneda fuese estable y el modo de vida armonizase con la naturaleza, se podría invertir en tecnología ambiental, energías limpias, arte,  tornándolas en “económicamente viables”.

9.3. Para las mujeres

El actual modelo monetario es intrínsicamente patriarcal: vertical, piramidal, jerárquico, secreto, competitivo, uno gana lo que otro pierde. Para que un individuo pueda ganar dinero sin trabajar, gracias al interés   y al interés compuesto, otro deberá trabajar en su lugar. La mitad de la población, que sólo posee el 4% de la riqueza total, está integrada preponderantemente por mujeres. Un sistema monetario que se expandiese para responder a necesidades fundamentales y se detuviese automáticamente cuando éstas han sido cubiertas, crearía un estado de cosas que, a largo plazo, redunda en beneficio de todos. Esto es algo más bien femenino.

9.4. Para los pobres

El principal factor en la redistribución de la riqueza es el sistema de interés que a diario transfiere, en el ejemplo alemán de Margit Kennedy, entre 500 y 600 millones de dólares, de los que trabajan a los que detentan el capital. Aunque los gobiernos tratan de rectificar el desequilibrio resultante, por medio de impuestos, no se ha logrado todavía el más mínimo equilibrio. El absurdo que supone vivir bajo un sistema monetario que, en primer lugar, despoja a las personas de la porción que les corresponde en la “economía libre de mercado” y, luego, mediante procedimientos muchas veces ineficientes, devuelve a estas mismas personas parte de dicho dinero en forma de aportes de bienestar social, es algo que no se toma en cuenta.

9.5  Para los ricos

Las personas que empiezan a comprender el mecanismo oculto en la redistribución de la riqueza, del sistema monetario actual, se suelen preguntar si ese  10% de la población, que se beneficia con dicho mecanismo, estaría dispuesto a que se introduzcan modificaciones que elimine sus posibilidades de percibir ingresos sin trabajar. Hay dos respuestas: una, no, no están dispuestos. La consecuencia es un derrumbe global, tanto económico como ecológico, por implosión y/o por violencia social. La otra respuesta es sí. Entonces lo que se impone es un cambio planificado. Lo racional y sensato, y está en interés de todos, es contribuir a una reforma monetaria y apoyar un sistema estable antes que respaldar la inestabilidad en crecimiento y arriesgar un derrumbe que ya estamos probando, dramatizado por el cambio climático [xxxiii]. Ya hemos experimentado, los dos últimos siglos, las recetas revolucionarias y reformistas. Hay que ir hacia un Tercero incluido que, por cierto, no tiene nada que ver con la así llamada Terceras vías, Tony Blair, que también han fracasado[xxxiv].

9.6  Para comerciantes e industriales

La tendencia de la globalización va por una creciente concentración de los recursos en pocas manos, como nunca antes. Las pequeñas y medianas empresas son absorbidas por otras más grandes y éstas por otras aun mayores, de modo que está llegando el día en casi todo el mundo trabajará para una corporación multinacional: la Pil es absorbida por Leche Gloria y ésta por Nestlé; CBN por Quilmes que, a su vez, es absorbida por…. Este proceso está motorizado por las economías de escala y por la automatización. Las pequeñas y medianas empresas deben endeudarse para poder expandirse y, entonces, quedan atrapadas  en el sistema de los intereses e intereses compuestos. En un sistema monetario sin intereses, la función del capital será subvenir a las necesidades de la economía, de modo lógico y pacífico.

9.7. Para los que buscan calidad y sentido

Moisés, Cristo, rabi Hilel, Mahoma, Francisco de Asís, Lutero, Zwingli …, en la tradición abrahámica, intentaron reducir la injusticia social prohibiendo el pago de intereses, es decir, predicando la energía bosónica del amor al prójimo, pero no propusieron soluciones prácticas y concretas. Por eso, la otra energía, la fermiónica, fue cobrando cada vez más cuerpo, hasta volverse monstruosa: un Golem [xxxv] que está empezando a devorarnos a todos. Ahora bien, he aquí que la humanidad, malgrado ello, sigue pensando las soluciones de los siglos XIX y XX, como si éstas, capitalismo y comunismo, no hubieran ya rendido examen ante la historia y se hubiesen aplazado. Tal vez el paso posible, ahora, sea intentar el Tercero incluido de ambas: introducir una economía, como la que conocemos, pero libre de intereses. Ese pasito nomás, de momento. A juzgar por las experiencias pilotos del siglo XX, que hemos descrito antes, con las Monedas locales podríamos implementar economías estables y equilibradas. No otra cosa quiere, quien busca calidad y sentido, en esta vida. Además, también sabemos, ahora, que el mundo exterior es reflejo de nuestro mundo interior. Por tanto, una transformación del mundo exterior, requiere una transformación del mundo interior de las personas y viceversa. No es posible lograr una, sin la otra, pero, para ello, el entorno debe ser favorable. Ese feedback nos lo facilitaría una Moneda local.

  1. Prerrequisitos

Vamos a considerar dos tipos de pre-requisitos. Al primero lo llamaremos básico. Y, dada la ignorancia general, nos detendremos un poco más en el. Al segundo llamaremos mínimo y seremos más escuetos en este rubro, por ser más evidentes.

10.1. Requisitos básicos

Consideramos que una primera base sólida para la implementación de las Monedas locales son, en primer lugar, los espacios donde sigue vigente el trueque puro y simple; luego los sistemas de ferias en los que, predominando el trueque, circula también el dinero, de un modo, empero, sui géneris [xxxvi] y que, sin embargo, mantienen a este país. Incompresiblemente, tanto el Ministerio de Hacienda como las facultades de economía y las maestrías para el desarrollo, los ignoran y desprecian, olímpicamente. ¿En qué país viven?

10.1.1. Algunos espacios donde sigue vigente el trueque

Estos espacios son relictos económicos del sistema ecológico de manejo vertical de un máximo de ecosistemas que produce valores de uso, usados hasta el día de hoy. Nombraremos algunos lugares.

Se los puede encontrar en la Isla de Suriqui [xxxvii], donde los pobladores mantienen la práctica de intercambiar pescado fresco, seco y salado por habas, maíz, frutas, oca y papa. También se trueca lana, charque y queso del altiplano peruano con maíz, yerbas medicinales, cítricos y coca en pueblos como Mocomoco [xxxviii].

En las provincias de Saucari, Jacha Carangas y Cercado en las diferentes ferias semanales o quincenales y dependiendo la temporada, se puede trocar carne de llama por chuño, maíz, haba seca, oca, kawi,.. También se intercambia azúcar, fideos, harinas, fideos, refrescos,  por papa, chuño, carne fresca y también charque.

En la feria anual de Lequepalca es común reciprocar productos locales medidos en costales, platos de barro, sombreros, q’olos, chala, ollas, como medidas con las que se dan y reciben  tubérculos, cueros y vellones por maíz, coca y cítricos.

En San Pablo de Lípez el trueque se presenta entre productores de carne de chivo por maíz o trigo; charque de llama por maíz y trigo; tostado de maíz por fibra o lana de oveja. Igual en Colcha “K”, San Pedro de Quemes, Tahua, Mojinete, San Agustín, San Antonio de Esmoruco, una parte de la producción de quinua se destina para el trueque.

En la tradicional feria de Hito Cajón, en la frontera de Bolivia con Chile, se trueca  una gran variedad de textiles con frutas. Es posible, por ejemplo, intercambiar un cajón de fruta por una manta bordada a mano con lana de llama o alpaca [xxxix].

En el gran Qhatu urbano de la Feria 16 de Julio se realizan innumerables transacciones entre círculos familiares, de paisanaje, compadrazgo, amistad, parentesco ritual, vecinos, donde, además de dinero, que todos pueden ver, circulan distintas formas de ayni, mink´a y laqinuqa que los occidentales no percibimos [xl].

10.1.2. Algunos espacios donde funciona el sistema de Ferias

Muchos de estos sistemas feriales existen desde antes de la colonia. Como estos mercados democráticos, basados en la pura oferta y demanda, sin las asimetrías del modo liberal: monopolios, carteles, publicidad.., se inscriben en la lógica de la Reciprocidad, son sistemas holistas, no reduccionistas y, por tanto, están diseñados para afianzar el sistema relacional indígena, establecer y ampliar alianzas: compadrazgo, pareja, cursar invitaciones para participar en las labores comunitarias de cosecha en la puna y en las cabeceras de valle o pastoreo de ganado en el altiplano.

En Bolivia oficialmente fueron establecidas mediante el Decreto Ley No. 03501 de 1953 que autorizó el funcionamiento de los khatus. Estas ferias además suelen constituirse en el origen de la cadena primaria para la comercialización de determinados productos con destino a centros urbanos e incluso a otros países, como es el caso de la quinua, la fibra de lana.

Estas ferias pueden ser municipales, regionales e internacionales. También pueden tener carácter rural o urbano, como es el caso de las ferias semanales de Patacamaya, Caracollo y Challapata o ferias de dinámica micro-regional de carácter rural.

También pueden  tener un fin específico como es el caso de las agropecuarias en las que sobresale un determinado producto. Son ferias que se realizan paralelamente a la celebración de una fiesta patronal o aniversario municipal.

Otra cosa son las ferias de carácter semanal como las de Challapata, Toledo, Toma Toma, Sika Ullami y la feria de La Joya en el departamento de Oruro; Uyuni, Tupiza y San Vicente, en el departamento de Potosí. Ferias quincenales en Oruro como las de Untavi, Challa Cruz, Pacoyo, Caracota, San Francisco, Kasilla, Tarucachi y Curahuara de Carangas y en el Gran Lípez la feria de Llica. Las Ferias Anuales casi siempre son exposiciones de ganado semi-mejorado (ovino, vacuno, y porcino), así como las exposiciones de trabajos artesanales, tal como sucede en el Festival de Camélidos denominado “Jach’a Sajama por siempre” realizado anualmente en Curahuara de Carangas, o las ferias anuales de Caracollo, donde participan comerciantes rurales y urbanos, mañazos de ganado y ovino de El Alto, La Paz, Oruro, ranqueros y transportistas y se especializa en productos agrícolas, ganado vacuno, cerámica, artesanía y comida típica, especialmente con la carne de llama. Otras ferias anuales en el departamento de Oruro se celebran en Huari, Lequepalca, Paria y El Choro, que se especializan en ganado semi-mejorado, trabajos artesanales, culinarios y productos del agro.

También hay Ferias Binacionales y Trinacionales que, ahora, sólo nombraremos: la Feria anual del Hito Tripartito: “Camélidos Sudamericanos Domésticos”, la Feria binacional de Pisiga-Colchane, la Feria internacional Avaroa-Ollangüe, la Feria de intercambio de Hito Cajón-San Pedro de Atacama. La feria internacional de los Lípez; etcétera.

10.2. Requisitos mínimos

Algunas  precondiciones mínimas, para que funcione el sistema, podrían ser las siguientes [xli]:

10.2.1. En lo económico

La Participación Popular, al municipalizar el país, y transferir recursos financieros y haber diseñado la planificación participativa del presupuesto, la elaboración de PDMs y POAs ha sentado bases sólidas para un despliegue de generación de riqueza local [xlii]. Los municipios, en concurrencia con las Gobernaciones, podrían respaldar la emisión de Moneda local y, como en el municipio de Wörgl, incrementar el financiamiento de obras públicas o, como en el municipio de Schwanenkirchen, financiar a sus emprendedores y crear empleo desde sector productivo asociativo.

10.2.2. En el campo de lo productivo

Sería recomendable que el municipio o futura autonomía indígena o ciudad o barrio de gran ciudad, tuviera una diversificación relativamente amplia de actividades económicas: producción de bienes y servicios; espacios donde confluyan productores agrícolas, ganaderos, ceramistas, mecánicos, restauración, turismo, profesionales… digamos ciudades intermedias, como Vallegrande, o barrios como Sopocachi.

10.2.3. En lo monetario

Son lugares especialmente adecuados, aquello en los que ya funcionen, de facto, ambos sistema de intercambio: el dinero y el ayni.

10.2.4. En lo institucional

Sería deseable la presencia de organizaciones, como parroquias, ONGs, o grupos de personas capaces de liderar el proceso, introduciéndolo, divulgándolo, organizándolo, controlándolo, garantizándolo y asegurando la continuidad del sistema en el tiempo. Lo ideal, es con la participación del municipio.

  • En lo psico social

La comunidad deberá estar convencida de que el proyecto tendrá éxito; debe tener, asimismo, una motivación adecuada, debe haber sido consultada; participar en el diseño, implementación y control social; debe haber, pues,  un buen nivel de solidaridad y comunidad de intereses: el deseo de hacer realidad el Vivir Bien.

  • En lo educativo

No debería haber analfabetos. Los que habrán de liderar el proceso tendrían que haber culminado el bachillerato; cuanto mayor sea el ámbito de acción, mayores deberían ser los requisitos en términos de capacitación y educación. AGRUCO tiene in pectore y el CIDES me parece que in mente, la implementación de un Diplomado en Monedad Local

10.2.10. En lo político

Todos los que quieran hacer realidad el mandato constitucional de la Economía plural y el Vivir Bien.

  1. Modalidades sugeridas

Sugerimos  una propuesta propiamente geselliana, emisión de de dinero-billete y bonos municipales, de momento

11.1. Propuesta geselliana

Esta alternativa tiene las siguientes características: a) debe implementar un billete o un medio de cambio informático; b) el billete debe tener una validez circunscrita, tanto en el tiempo como en el espacio; c) lo anterior exige un contrato social previo; d) este billete debe poseer un mecanismo de depreciación coercitiva que aliente la circulación; e) esta depreciación debe darse en fechas fijas; f) el pago de la estampilla-impuesto debe ser concebido como un castigo al atesoramiento; h) los pagos del cuasi-impuesto se podrán realizar en lugares de expendio que la comunidad decida; i) la suma acumulada de pagos, a lo largo de la duración del billete, no debería rebasar el valor total del billete; j) además, ese “látigo de la circulación”, Gesell, debe contribuir a financiar el propio proyecto; k) debe ser posible, para el tenedor, cambiar en cualquier momento el billete por moneda oficial.

11.2. Emisión de dinero

Se trata de un sistema útil para adoptarse en ciudades intermedias, barrios y, como tal, lo recomendamos siempre y cuando se encuentre una forma barata y eficaz de imprimir billetes que no puedan ser falsificados. Una organización no gubernamental o una eficaz y honesta administración municipal o una subalcaldía sería la institución ideal para liderar el proyecto. Quizás, inicialmente, un financiamiento externo podría garantizar un respaldo en moneda fuerte o los recursos, por ejemplo, que no sean ejecutados del Presupuesto General o, simplemente, del Municipio. Proponemos que lo que no se haya ejecutado hasta octubre, el gobierno lo destine a proyectos de Moneda local. No es inversión es respaldo. Mejor que ser revertidos y vueltos a presupuestar cada año.

11.3. Bonos municipales

Esta propuesta consistiría en emitir responsablemente bonos por parte de los municipios, tratando de tener presente las siguientes consideraciones: a) los bonos se imprimirán en cortes de 5, 10 y 50 Bolivianos  y tendrán un plazo de maduración de, mínimo un año y máximo cuatro; b) la emisión se dará a través de pagos que los municipio hacen, parcialmente, tanto a sus proveedores y ejecutores de proyectos, como a sus funcionarios; c) en todo el perímetro municipal tendrán validez tales billetes, para la compra y la venta de todo tipo de mercancías; d) el tipo de cambio con la moneda oficial sería de 1 a 1, cuidando que la excesiva oferta de bonos no los devalúe; e) el respaldo monetario de tales emisiones vendría dado por los ingresos de los municipios; f) los comercios, en principio, no están obligados a recibir moneda legal pero, si son pragmáticos y no quieren desparecer, terminarán por aceptarlos, como demuestran los ejemplos históricos.

Finalmente, esta es, también, una manera inteligente de protegernos de los vaivenes de la crisis financiera global. No cuestiona la moneda nacional; la complementa Y, sobre todo, la riqueza del municipio se queda en el lugar y dinamiza el empleo.

Referencias

[i] Ver Jonas von Poser: www.dineroneutral.org

[ii] Dominique Temple, Las estructuras elementales de la reciprocidad. La Paz: Tari / Plural / UMSA. 2003

[iii] Tristan Platt, Estado tributario y librecambio en Potosí (siglo XIX). Mercado indígena, proyecto proteccionista y lucha de ideologías monetarias. La Paz. HISBOL, 1986.

[iv] Olivia Harris, Economía étnica. La Paz: HISBOL, 1987

[v] Jacqueline Michaux, et alt. “Territorialidades andinas de reciprocidad: la comunidad”, en D Temple, Las estructuras elementales de la reciprocidad. La Paz: Tari, Plural, UMSA, 2003.

[vi] Cf. Javier Medina, Manifiesto municipalista. Por una democracia participativa municipal. La Paz: G-DRU, 2001.

[vii] Silvio Gesell, El Orden Económico Natural por Libremoneda y Libretierra. Buenos Aires: editado por E. F. Gesell, 1936.

[viii] George Simmel, Philosophie des Geldes, En: Gesamtausgabe. Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1989

[ix] Gianfranco Poggi, Dinero y modernidad. La filosofía del dinero de Georg Simmel. Buenos Aires: Nueva Visión, 2006.

[x] Ver el fragmento de Walter Benjamín, “Kapitalismus als Religión”, en: Gesammelte Schriften, VI. Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1991, 100-103.

[xi] Baruj Spìnoza, Ética demostrada según el orden geométrico. Madrid: Alianza Editorial,1987

[xii] Término acuñado por Tomás de Aquino para referirse a  aquellas proposiciones fronterizas que son, a la vez, supuestos de la Revelación y de la Razón.

[xiii] Cf. Javier Medina, “Forma Estado y Forma Ayllu”, en www.circuloachocalla. org

[xiv] En: Cristóbal Colon, Los cuatro viajes y Testamento. Madrid: Alianza Editorial, 1986

[xv] Cf. Franz Hinkelammert, Teología del mercado total. La Paz: HISBOL, 1989.

[xvi] Véase Horst Kurnitzky, La estructura libidinal del dinero. México: Siglo XXI, 1992

[xvii] En esto seguimos a Gesell y no a Marx. Gesell, en Natürliche Wirtschaftsordnung  no atribuye las desigualdades y crisis del capitalismo a la economía de mercado, ni siquiera a la propiedad privada, sino al control gubernamental y a la naturaleza inflacionaria del dinero como tal. Marx fue indispensable para entender el comienzo, cuando lo productivo: los “modos de producción”, daban inicio al proceso. Gesell es indispensable cuando la maquinaria productiva ya se ha puesto en marcha y los estragos vienen por el lado de la Circulación. No es un asunto ideológico, el cambio de preferencia y pertinencia

[xviii] Véase:  Javier Medina, Mano blanda mano dura. La Paz: Círculo Achocalla, 2012.

[xix] Véase: Giacomo Todeschini, Ricchezza franciscana. Dalla pobreta voluntaria all società di mercato. Bologna: il Mulino, 2004.

[xx] Cf. Christoph Fleischmann, Gewinn in alle Ewigkeit. Kapitalismus als Religion. Zürich: Rotpunktverlag, 2010

[xxi] Este es el espíritu del Jubileo judío, Levítico, 25, que se celebró, durante el primer Templo, cada siete semanas de años. Este era un super año sabático, en el cual el sistema se detenía, al modo del Shabbat: se descansaba, se liberaba a los esclavos, se restituían las tierras, se perdonaban las deudas: se buscaba restablecer equilibrios. El dinamismo de la energía fermiónica, que privilegia el monoteísmo y que sabe producir riqueza y tiende a acumularla, era sabiamente vuelto a cero, al cabo de una vida humana. El judaísmo fue consciente de lo interesante y peligroso del Golem fabricado. Esta lección deberían recordar las actuales sociedades occidentales de tradición judeo-cristiana y desechar la fatamorgana del desarrollo sustentable. El ritmo del cosmos está hecho de sístole y diástole. No hay nada que funcione a sólo diástole: expansión indefinida y sostenible. Hay que hacer pausa, de tiempo en tiempo, y rebobinar de nuevo.

[xxii] La actual crisis global comenzó en 2008 en los Estados Unidos. Fue causada por los altos precios de las materias primas, la sobre valorización de los productos industriales, una crisis alimentaria y energética, una elevada inflación y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados.

[xxiii] Esta propuesta, adecuada a los Andes, es presentada por Jürgen Schuldt, Dineros alternativos para el desarrollo local. Lima: Universidad del Pacífico, 1997.

[xxiv] Chrematistiké proviene  de la voz griega: chremá: algo que se necesita o usa; en plural: chremata: significa bienes, propiedad; chrematistike: arte de acumular dinero. Es decir, menta la relación Partícula. Su concepto opuesto pero complementario (Quantum conceptual) es Oikos que significa casa, en el sentido de manejar las relaciones que conforman el sistema oikos, es decir, que incluye también a los esclavos y sirvientes. Expresa la función Onda

[xxv] Silvio Gesell (1862-1930) germano-argentino, vegetariano, comerciante y teórico-práctico de la economía, abogó por un sistema que redujera las distancias entre pobres y ricos para acercarse a un “orden económico natural”.

[xxvi] A modo de ejemplo, véase: Christian Felber, Gemeinwohl-Ökonomie. Das Wirtschaftsmodell der Zukunft. Wien: Deutike, 2010

[xxvii] Heloisa Primavera, “La moneda social de la Red Global de Trueque en Argentina: ¿barajar y dar de nuevo en el juego social?”, Actas del Seminario Internacional sobre Globalización de los Mercados Financieros y sus efectos en los países emergentes, organizado por el Instituto Internacional Jacques Maritain, la CEPAL y el Gobierno de Chile, Santiago 29-31 marzo 1999.

[xxviii] Margrit Kennedy, Dinero sin inflación ni tasas de interés. Cómo creare un medio de intercambio que sirva a todo el mundo y proteja la tierra. Buenos Aires: Editorial Nuevo Extremo, 1998. Se encuentra en la Librería Armonía, de Sopocachi, y lo recomiendo calurosamente.

[xxix] Este capítulo sigue, casi literalmente, y se inspira en: www.dineroneutral.org. Allí más información bibliográfica y de redes.

[xxx] Kamal Naser define la contabilidad creativa como “la transformación de los números de la contabilidad financiera de lo que realmente son, a lo que quien los prepara quiere que sean, aprovechando las reglas existentes y/o ignorando algunas o todas ellas”.

[xxxi] Véase, Pedro Brunhart et alt. El futuro será la Reciprocidad con elementos del capitalismo. La Paz: Círculo Achocalla, 2012.

[xxxii] Véase, Javier Medina, Caminar acompañados. Pasos para cambiar a un sistema de vida propio y a la mano. La Paz: Círculo Achocalla, 2012. Así mismo: Pedro Brunhart et alt. El futuro será la Reciprocidad con elementos del capitalismo. Aplicación del Suma Qamaña a  la economía. La Paz: Círculo Achocalla, 2012.

[xxxiii] Javier Medina, Ecozoico y cambio climático. La Paz: Circulo Achocalla, 2012.

[xxxiv] El término Tercera Vía menta aquellas posiciones que, avocando intervención estatal en la economía, enfatizan su preferencia por la democracia como sistema de gobierno. [En la práctica política, los proponentes de terceras vías van desde la socialdemocracia al liberalismo progresista e incluye también a  los que proponen la Economía social de mercado, que busca explícitamente ser un punto medio entre el liberalismo y la socialdemocracia. Como vemos, todo se desarrolla dentro de la episteme del Capitalismo/socialismo. No tiene en cuenta, para nada, la Reciprocidad; sin la cual, empero, lo económico-político, sin más, no tiene arreglo; pues el Ayni es la otra energía, Bosón, de la realidad. Hay que superar el monoteísmo y volver a la Kabbalah sefardí, a la que nos guiña, por ejemplo, desde el rostro trifásico del Señor del Gran Poder. Véase: Javier Medina, “La vía marrana: la efigie del Señor del Gran Poder”, en: Las dos Bolivias. La Paz: Garza Azul Editores, 2008, páginas 137-144.

[xxxv] El golem es una metáfora judía que menta a un ser fabricado artificialmente por el hombre, para estar a su servicio, bajo situaciones controladas, pero que se torna su enemigo y lo puede devorar, si se zafa al control humano. Cuentan los talmudistas asquenazíes que cada treinta y tres años, un golem aparece en la ventana de un cuarto sin acceso en el gueto de Praga. Pareciera que ese momento hubiera vuelto a llegar.

[xxxvi] Véase Olivia Harris, Economía étnica. La Paz: HISBOL, 1987

[xxxvii] Véase: Gerardo Quispe, Suriqui. Isla del Lago Titicaca. Biblioteca de Autores Étnicos. La Paz: HISBOL/ Radio San Gabriel, 1988.

[xxxviii] Ricardo Rivas, et alt. Promoción económica y tecnológica en el municipio de Mocomoco. Recuperación de andenes prehispánicos. La Paz: Ricerca e Cooperazione, 1999.

[xxxix] Estos datos provienen de la Libreta de Campo de Javier Medina, como Subsecretario de Desarrollo Rural, 1993-1995.

[xl] Véase la obra de referencia, a este respecto, más importante en el mundo andino: Simón Yampara, Saúl Mamani, Norah Calancha y Mario Torrez, La cosmovisión y lógica en la dinámica socioeconómica del qhatu/feria 16 de Julio. La Paz: PIEB et alt. 2007.

[xli] En esta parte nos inspiramos en el texto de Jürgen Schuldt, Dineros alternativos para el desarrollo local. Lima: Universidad del Pacífico, 1997.

[xlii] Cf. Javier Medina, Poderes locales. Implementando la Bolivia del próximo milenio. Protocolos de gestión de un Subsecretario. La Paz: FIA/Semilla/CEBIAE; 1997.

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