Vivir Bien y Desarrollo
El Modelo boliviano implementado por el Programa Biocultura
Indice
1. Marco conceptual
Modelo cuántico
Modelo neurológico
2. Aplicación del modelo a las civilizaciones y las culturas, para entender el caso boliviano
Huyendo del esencialismo maniqueo
Crisis civilizatoria: la búsqueda de un nuevo Camino: Th´aqi: Tao
Lo contradictorio
3. La propuesta boliviana: Desarrollo y Vivir Bien: La Ley de la Madre Tierra
Lectura fractal del Artículo primero de la Ley 300
4. Operativización del modelo: el Cuadrante de Oro: Tawantin
El Cuadrante de Wilber
El Mapa conceptual
Aplicación al Programa Biocultura
Hardware y Software del modelo biocultural
5. Los Centros de alta Conectividad
Funcionamiento
Las cuatro Inteligencias de la Integralidad:
. Inteligencia ecológica
. Inteligencia racional
. Inteligencia emocional
. Inteligencia espiritual
Marco Lógico de la gestión del conocimiento de estas cuatro Inteligencias

1. Marco conceptual
A primera vista, Vivir Bien y Desarrollo son dos conceptos opuestos y, para una programación neurolinguística occidental moderna son, por tanto, excluyentes. Ello obedece al hecho de que nuestro software está basado en el Principio de no contradicción aristotélico: o bien el Vivir Bien es verdadero y, entonces, el Desarrollo es falso o viceversa, pero ambos no pueden ser, al mismo tiempo, verdaderos y falsos; de ahí proviene, entonces, el automatismo mental de entender al concepto más reciente como alternativo al tradicional. Así es muy frecuente oír y leer que el Vivir Bien es una alternativa al Desarrollo y que en la medida que se imponga el Vivir Bien, irá desapareciendo el Desarrollo o viceversa.
Otra manera de tratar a ambos conceptos, es sostener que el Desarrollo es el camino para llegar a Vivir Bien. Ello obedece a una forma mental basada en la noción de linealidad monista: sólo se reconoce una energía que va absorbiendo todo lo demás. Aquí fincan las nociones de subsunción y hegemonía, por ejemplo.
Ahora bien, resulta que los Pueblos indígenas de Bolivia no perciben en ello una disyuntiva sino la posibilidad de una complementariedad entre ambos: los dos son verdaderos y deseables, por así decir. Esas respuestas escandalizan a los progresistas y revolucionarios. Para mayor confusión, la Ley 300 refuerza, como política pública, la complementariedad de ambos conceptos; así, ella se titula Ley Marco de la Madre Tierra para el Desarrollo integral y el Vivir Bien.
Ello plantea, pues, la necesidad de detenernos un poco en las programaciones neurolingüísticas con las cuales leemos la realidad
Los que hemos nacido dentro de la tradición occidental judeocristiana hemos sido educados, desde Aristóteles: 384-322 aC, hasta la aparición de la Mecánica cuántica: Max Planck, 1900, en los Principio de Identidad, No contradicción y Terceo excluido. No es que Occidente desconociera lo Contradictorio, pero ello estaba reservado a la Teología y encriptado en la noción de Misterio. Así el dogma cristiano afirma que “Jesús es Dios y Hombre al mismo tiempo”: una clara proposición contradictoria; de hecho, todas las herejías se han resistido a aceptar esa contradicción y cada cual por su lado ha enfatizado o bien a su divinidad o bien su humanidad, pero no a los dos al mismo tiempo. Esa mentalidad herética: O lo uno o lo otro, Entweder Oder, aut aut, no ha cambiado, pervive en los cientistas sociales contemporáneos que se rehúsan al Tanto lo uno como lo otro, Sowohl als auch; sic sic, se decía en la Edad media
Ahora bien, la Mecánica cuántica introduce cambios radicales; la primera: de lo racional lógico pasa a lo energético y a postular el Principio de Antagonismo, Complementariedad y Tercero incluido. El que formalizó lógicamente este nuevo paradigma científico fue Stéphane Lupasco en su libro: Le principe d’antagonisme et la logique de l’énergie – Prolégomènes à une science de la contradiction, éd. Hermann, Paris, 1940.
Desde el punto de vista cuántico, emerge un modelo teórico en el que no existe un concepto sin su anti-concepto. Así no hay Onda sin Partícula, Materia sin Antimateria, Desarrollo sin Vivir Bien, Crematística sin Oiconomía, etcétera. Puesto que no hay una separación entre naturaleza y sociedad (como enfatizó la modernidad) eso vale también para nuestro caso. El concepto de quanta entraña, pues, la idea de polaridad antagónica pero complementaria. El modelo pre-einsteiniano sólo se fijaba en una polaridad y, encima, la entendía como absoluta y reprimía o satanizaba la otra polaridad. Muchos problemas, individuales y colectivos, fincan en esa unilateralidad.
Así, pues, en Biocultura postulamos que ambos conceptos son antagónicos, pues expresan dos energías opuestas: el Desarrollo: las energías fermiónicas de la disjunción y el Vivir Bien: las energías bosónicas de la conjunción, formando un Quantum conceptual como la Onda/Partícula de un Fotón. Nuestra hipótesis de trabajo, pues, tiene una base científica basada en la física cuántica.
Veamos, muy simplificadamente, el aparato lógico de nuestra propuesta. No hay nada más práctico que una buena teoría.
Modelo cuántico
Desde los atomistas griegos, Leucipo y Demócrito, siglos V y IV aC, la mente occidental ha buscado una unidad mínima indivisible que ha llamado, justamente, á-tomo y que no son sino unas partículas materiales indestructibles, desprovistas de cualidades, que no se distinguen entre sí, más que por la forma y dimensión y que, por sus diversas combinaciones en el vacío, constituyen los diferentes cuerpos. La concepción griega de la naturaleza fue materialista y explicó todos los fenómenos naturales en términos de número, forma y tamaño de los átomos. Incluso redujo las propiedades sensoriales de las cosas a sus diferencias cuantitativas. Estamos, pues, en el origen de la ciencia occidental y cuyo modelo positivista llega hasta la física newtoniana. La física newtoniana, en efecto, hizo de nosotros partículas de materia. En cambio la física cuántica entiende la realidad más que como una cosa, como excitaciones de masa-energía dinámica. Todo, en el universo, son ondulaciones emergentes del gran Vacío Cuántico que es el origen de todo. Este paso de la materia a la masa-energía, es decir, de lo uno indivisible a lo par (contradictorio y complementario) lo formalizó Stephan Lupasco en esta proposición lógica ya clásica y que es la base del enfoque bio-cultural. Dice así: “Todo elemento, fenómeno o evento lógico y por lo tanto el juicio que lo piensa, la proposición que lo expresa, el signo que lo simboliza, debe estar asociado permanentemente a un anti-elemento, anti-fenómeno o evento lógico y por lo tanto a todo juicio, proposición o signo contradictorios, de tal manera que el elemento (anti-elemento) solo puede ser potencializado por la actualización del anti elemento (elemento), pero sin que ninguno desaparezca afín que el otro pueda bastarse a sí mismo.”
Modelo neurológico
Este modelo físico, basado en la paridad complementaria, cuando pasa a lo biológico lo podemos visualizar en el “quantum óvulo-espermatozoide”. Esas mismas energías en el nivel más complejo, hasta ahora conocido, el cerebro humano, se expresa en el “quantum lóbulo derecho-lóbulo izquierdo”. Los andinos lo conocen, por ejemplo, en el quantum urin / aran= ayllu o chacha y warmi = jaqi. Los chinos en el quatum conceptual Yin / Yang.
Como el mundo percibido, es una construcción de la mente humana, vale la pena detenerse en la compresión de sus funciones, lo que nos va a permitir comprender el Vivir Bien como un efecto de las funciones neurales del hemisferio derecho, en el que se ha especializado la Indianidad, y el Desarrollo como un efecto del ejercicio de las funciones del hemisferio izquierdo, en el que se ha especializado Occidente.
Ahora bien, como, asimismo, nos enseñan las Neurociencias (gracias a las investigaciones de esquizofrenias, embolias, lobotomías…) el lóbulo derecho contiene virtualmente el lóbulo izquierdo y viceversa. El símbolo del Yin-Yang, en el que el blanco contiene, en su núcleo, lo negro y viceversa, visualiza este hecho básico. No hay, pues, un Desarrollo al 100%, ni Vivir Bien al 100%, ni Occidente al 100% ni Indianidad al 100%, ni varón 100% varonil, ni mujer 100% mujeril. Hay dosificación, sobre una masa crítica dominante. Lo que en física se llama Colapso, en el momento de la observación. Sin observación, laten simultáneamente las dos posibilidades, como ejemplifica el famoso ejemplo conceptual del Gato de Schrödinger.
Qué duda cabe que esta argumentación implica una nueva conceptualización de la noción de civilización, de base menos ideológica y más científica.
Resumamos los aportes de las neurociencias al respecto.
Hemisferio izquierdo
El hemisferio izquierdo es la parte motriz capaz de reconocer grupos de letras formando palabras, y grupos de palabras formando frases, tanto en lo que se refiere al habla, la escritura, la numeración, las matemáticas y la lógica, como a las facultades necesarias para transformar un conjunto de informaciones en palabras, gestos y pensamientos.
El hemisferio izquierdo almacena conceptos que luego traduce a palabras. Es decir, el cerebro comprende las ideas y las almacenan en un lenguaje no verbal que, luego, traduce a un lenguaje aprendido por el individuo, mediante la cultura.
El hemisferio izquierdo se especializa en el lenguaje articulado, en el control motor del aparato fono articulador, en el manejo de la información lógica, en el pensamiento proporcional, el procesamiento de información en series de uno en uno, el manejo de información matemática, la memoria verbal, aspectos lógicos gramaticales del lenguaje, organización de la sintaxis, discriminación fonética, atención focalizada, control del tiempo, planificación, ejecución y toma de decisiones y memoria a largo plazo.
Los test de inteligencia miden sobre todo la actividad de este hemisferio. Muchas de las actividades atribuidas al consciente le son propias. Gobierna principalmente la parte derecha del cuerpo. Procesa la información usando el análisis, que es el método de resolver un problema descomponiéndolo en partes y examinando estas una por una, secuencialmente.
Hemisferio derecho
El hemisferio derecho es un hemisferio integrador, centro de las facultades viso-espaciales no verbales, especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades especiales, como las visuales y sonoras: audiovisual, artes plásticas, música. Percibe las situaciones y las estrategias del pensamiento de una forma integral y total. Conjunciona varios tipos de información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo.
El método de elaboración utilizado por el hemisferio derecho se ajusta al tipo de respuesta inmediata que se requiere en los procesos visuales y de orientación espacial. El lóbulo frontal derecho y el lóbulo temporal derecho parecen los encargados de ejercer las actividades especializadas no verbales del hemisferio derecho.
El hemisferio derecho es considerado como el receptor e identificador de la orientación espacial, el responsable de nuestra percepción del mundo en términos de color, forma y lugar. Utilizando sus facultades somos capaces de situarnos y orientarnos. Si vamos caminando por la calle y reconocemos un rostro, la identificación de dicho rostro también corre a cargo de la memoria visual del hemisferio derecho. El nombre, en cambio, corresponde al hemisferio izquierdo.
Muchas de las actividades atribuidas al inconsciente le son propias. Procesa la información mayoritariamente usando el método de síntesis, componiendo o formando la información a partir de sus elementos, a un conjunto. Controla, además, el lado izquierdo del cuerpo humano. En este caso, una embolia puede producir pérdida funcional o afectar las destrezas motoras del lado izquierdo del cuerpo. También puede causar alteración de la atención normal a la parte izquierda del cuerpo y sus alrededores aun con el otro.
Resumamos lo dicho en una imagen para mejor comprender las relaciones

hemisferio Izq.Der

Mas conceptualmente, lo dicho se resumiría así:

lobulo Izq der

2. Aplicación del modelo a las civilizaciones y las culturas, para entender el caso boliviano
Así, pues, siguiendo nuestro modelo conceptual, el Quantum Civilización acaece como Occidente y como Oriente, de la cual la Indianidad es un subsistema. En Occidente hacen masa crítica las energías de la disjunción, expansión: las funciones del hemisferio cerebral izquierdo, cuya característica antropomórfica sería el Patriarcado que enfatiza las relaciones de control, dominación, desconfianza, sumisión, competitividad, tanto de la naturaleza como de los seres humanos. En el Oriente hace masa crítica las energías de la conjunción, las fuerzas de la gravedad: las funciones del hemisferio cerebral derecho, cuya característica antropomórfica sería el Matriarcado que enfatiza las relaciones de colaboración, sinergia, empatía, tanto con la naturaleza como con los seres humanos.
Tanto las civilizaciones como las culturas (que son aplicaciones concretas a entornos biosféricos específicos) son redes cerradas de conversaciones que ocurren como modos de vivir juntos en el entrelazamiento del conversar y el emocionar, como dice Humberto Maturana. Todas las actividades humanas ocurren en conversaciones. Cada cultura, como red cerrada de conversaciones, especifica y conserva una manera particular de con-vivencia
Las civilizaciones y las culturas también son redes cerradas de coordinaciones de conductas y emociones consensuadas. Cualquier modo de vivir en una comunidad humana, puede llegar a ser el origen de una cultura, si la red cerrada de conversaciones, que caracteriza la coexistencia de esa comunidad, es conservada a través del aprendizaje de nuevos recién llegados, sin importar que éstos sean inmigrantes o niños nacidos en ella.
La globalización, que proviene de la universalización de la franquicia occidental de su Sistema Educativo, con sus consecuencias en sociedad, política y economía, nos envuelve, hoy, a casi todos los seres humanos y privilegia las relaciones patriarcales de dominación, competencia, control, explotación de los seres humanos y expoliación de la naturaleza. Esta civilización, ahora globalizada y en crisis, simultáneamente, genera y conserva el dolor y el sufrimiento en todas las dimensiones de nuestras vidas individuales y relacionales, a través de destruir el respeto y la aceptación de uno mismo, de los otros y de la naturaleza.
Huyendo del esencialismo maniqueo
Para ser sintético y visual, al mismo tiempo, ofrezco un cuadro que huye de una visión esencialista y maniquea de entender estas dos magnitudes. La idea básica es que la Humanidad, como un conjunto, participa de las mismas energías (que, por cierto, nos ligan con las bacterias y las estrellas) y que la física cuántica ha sintetizado en las energías así llamadas Fermión: disjunción, y Bosón: conjunción.
Dicho esto, que es común a todos, lo que hace la diferencia civilizatoria (y a eso vamos) es la distinta dosificación de las mismas energías. En el cuadro, van en negritas las energías que hacen masa crítica y otorgan su perfil oficial a cada civilización; en planas, la otra energía, que está también ahí, pero no hace masa crítica.
Valga el siguiente ejemplo:
occi-indiocci-indi1occi-indi2

Bien, hecho el ejercicio de complejizar: abrir, ahora, para entender, vale la pena volver a contrastar como opuestos a ambas civilizaciones para captar su diferencia específica: cerrar. Cognitivamente también debemos aplicar el modelo rítmico de la vida: abrir y cerrar, sístole y diástole, inspirar y expirar. En esto consiste el ritmo del universo. Así, pues, veamos el caso aplicado a nosotros
occPatri-IndiChachaWCrisis civilizatoria: la búsqueda de un nuevo Camino: Tao, Thakhi
Para la mayoría de los críticos, cuando se refieren a la noción de “crisis civilizatoria”, se refieren a la crisis política de la modernidad euroamericana; algunos se refieren a la crisis del paradigma científico newtoniano; pocos se retrotraen hasta hace cuatro mil años, cuando aparece el monoteísmo y el patriarcado, casi nadie hace el link con el Animismo, pues no piensan cuánticamente; piensan mónadas leibnizianas, siguiendo el principio de no contradicción. La globalización, vista desde los Andes, es increíblemente provinciana y miope, leída en sus pensadores más connotados.
Ahora bien, Bolivia propone una paradoja que cada cual traduce a su conveniencia. Es preciso detenerse en lo contradictorio para comprender la potencia de la propuesta boliviana.
Lo contradictorio
Stephan Lupasco, como ya indicamos, formaliza lógicamente los sorprendentes resultados de la física cuántica que sacan a luz la realidad contradictoria de todo fenómeno: onda/partícula, y su superación, suscitando una estructura ternaria: Tercero incluido, y ya no binaria: Tercero excluido, como en las lógicas aristotélicas. La lógica de la complejidad implica la unión de términos lógicamente contradictorios como orden/desorden, desarrollo/vivir bien, capitalismo/reciprocidad, extraer/conservar, ayllu/municipio, liberalismo/comunalismo, etcétera.
Desde una perspectiva científica, la vida es un sistema enantimorfo (enantosis: oposición, contrariedad) que concilia esta contrariedad en una unidad simbiótica y contradictoria. Esta dialéctica se encuentra, embrionalmente, en la teoría del Aufhebung de Hegel: tesis / antítesis / síntesis. Stephane Lupasco la perfecciona desde el nuevo paradigma científico: e / -no-e / T.
La física cuántica ha revelado que la masa-energía, definida de manera no contradictoria por la física clásica, procede de una entidad eventual y contradictoria. La noción de lo contradictorio apareció, en efecto, con el descubrimiento del quantum de Max Plank, en sus estudios sobre la física de la luz. Antes de Plank se creía que las radiaciones electromagnéticas las constituían ondas; luego, sus observaciones atisbaron que las radiaciones emitidas por los cuerpos negros aparecen como partículas; profundizando los instrumentos de observación-medición, aparecen ora como partículas, ora como ondas. Tales unidades contradictorias, Plank las denominó quantos. El físico Niels Bohr denominó estos fenómenos contradictorios como “complementarios” y Weizsacker los llamó “estados coexistentes”.
En este contexto aparece el aporte de Lupasco, en 1935, proponiendo un principio que permite vincular lo contradictorio y lo no contradictorio: el ya nombrado Principio de antagonismo. Este principio religa la actualización de un fenómeno a la potenciación de su contrario. La potencialización es definida como una consciencia elemental, poniendo –con ello- las bases para una teoría cuántica (post antropocéntrica) de la Conciencia, que la física y filósofa Danah Zohar llamará, luego, “Inteligencia espiritual”. Para dar un ejemplo de esta tesis, diremos que la onda actualizada va junta a una estructura de partículas potencializadas y que cada una de estas potenciaciones es una conciencia elemental. Si regresamos a los estados coexistentes, complementarios…, las partículas, según Heisenberg, “contienen, hasta cierto punto, los otros estados coexistentes”. La noción de potencialidad es utilizada por Heisenberg en el sentido que le otorgaba Aristóteles, cuando definía a la materia como una unidad indiferenciada que contiene, en potencia, los contrarios, como el engendramiento y la corrupción, la vida y la muerte, el orden y el desorden. Este estado particular de potencialidades existentes simétricas, Lupasco lo llama estado “T” que significa lo que es en sí contradictorio. Este Tercero, excluido en la lógica clásica, se define cuando dos proposiciones contradictorias aparecen y sólo una de ellas es tenida por verdadera. El otro Tercero: estado “T”, que Lupasco denomina Tercero incluido, corresponde a una situación donde las dos polaridades antagónicas de un acontecimiento son de igual intensidad y se anulan recíprocamente para dar nacimiento a una tercera potencia, ella misma contradictoria (Aquí radica la diferencia con la Síntesis de Hegel que es de naturaleza no contradictoria). Tal estado en sí contradictorio puede ser enunciado, ora bajo una forma negativa, por ejemplo, ni onda, ni partícula, ora bajo una forma positiva, se podría decir que el Tercero incluido es una semi actualización de estos dinamismos antagónicos.
Así, pues, las proposiciones contradictorias, emitidas por el Proceso de Cambio boliviano: desarrollo y vivir bien, extraer y conservar, capitalismo y reciprocidad, liberal y comunitario, progresista y conservador, autoritario y democrático, etcétera, lejos de llevar a descalificaciones ligeras y no informadas, deberían despertar la necesidad de actualizarse científicamente para poder entender y aprender de sociedades no occidentales, como la boliviana indígena, que se han construido, justamente, en el Continuo naturaleza-sociedad, en tanto que la Bolivia occidental se ha edificado sobre la Separación: la escisión sujeto/objeto.

3. La propuesta boliviana: Desarrollo y Vivir Bien: Ley de la Madre Tierra
Lectura fractal del Artículo primera de la ley 300
Voy a utilizar la metodología fractal para observar, en una molécula verbal, la totalidad del texto. Pienso que el Artículo primero de la ley 300, como una semilla o microcosmos, entraña y contiene lo que se va a desplegar, luego, en los siguientes artículos. Por mor de la brevedad voy a clasificar ya los conceptos en los casilleros de las dos matrices civilizatorias que nos constituyen y, asimismo, los conceptos de Tercero Incluido o Interfase entre ambas polaridades.
Observemos la siguiente tabla donde vacío las Palabra significativas del Artículo primero.
occ-terceroInc-Indi

A efectos cognitivos, la columna izquierda expresa las funciones del lóbulo cerebral izquierdo; la columna de la derecha, las funciones del lóbulo cerebral derecho. Así como el pensamiento humano es el Tercero incluido de la interacción de ambos hemisferios cerebrales, donde, sin embargo, una polaridad suele hacer masa crítica, así también acaece en los diferentes niveles de la realidad. Dicho con la terminología de Stéphane Lupasco: cuando Occidente se actualiza, la Indianidad se potencializa y viceversa: cuando la Indianidad se actualiza, pasa a ser actual, Occidente se potencializa: se vuelve virtual. El Tercero Incluido significa una semi actualización y semi potencialización de ambas polaridades.
Un primer recuento ya muestra, en el fractal elegido, la composición ideológica de la Ley de la Madre Tierra: 57% occidental, 30% amerindia y 13% conceptos de interfase que corresponden a ambos sistemas, pero más a la columna derecha; por tanto, la relación conceptual es 57% versus 43%.
La columna de la derecha y la del centro no aparecen en la anterior Constitución Política, ni en las Estrategias de Desarrollo, desde 1953, que siguen, piamente, el Plan Bohan con aggiornamentos adjetivos Algo epocal, pues, está empezando a acaecer en Bolivia y en el mundo.
No se puede negar, por tanto, la emergencia del paradigma amerindio, en la política pública, que coincide con la emergencia, en las sociedades avanzadas de Occidente, del paradigma ecológico y, en concreto, con las nuevas Ciencias de la Tierra que desarrollan la Teoría Gaia de James Lovelock.
Los mitos de la columna de la izquierda, que hacen a las sociedades industriales, en Bolivia no han podido ser cumplidas porque son contrarrestadas, relativizadas, por las fuerzas de la columna derecha que, culturalmente, hacen masa crítica. Eso no significa que debamos negar, dualista o peor maniquéamente, la columna de la izquierda; pues expresa las energías fuertes, de disjunción, de la materia-energía: las energías fermiónicas. La columna de la derecha expresa las energías amables: de conjunción, de la energía-materia: las energías bosónicas. Tampoco, aunque queramos, las podremos extirpar. Por tanto, debemos afirmar ambas energías a sabiendas que son contradictorias; si no fuese así, no podría darse la complementariedad de opuestos que, como mostrara Niels Bohr, es el principio básico de la teoría cuántica, refiriéndose al debate sobre la inquietante dualidad onda-partícula.
4. Operativización del modelo: el Cuadrante de Oro: Tawantin
Como el mundo humano es una proyección del cerebro humano, no debe llamar la atención que las imágenes y metáforas con las que los seres humanos: las distintas civilizaciones y culturas, representamos nuestro mundo interior, sean semejantes. Nadie copia a nadie. La civilización andina, como se sabe, conoció los conceptos de Tawantin: cuatro dimensiones, con las que organizó el Imperio Inca o el concepto aymara de Pusi, con el que diseñó Tiwanaku: Pusisuyo. En la planificación operativa y administrativa utilizó la Chakana y el tablero de la Wiphala para, justamente, visualizar las relaciones invisibles y tenerlas en cuenta en la planificación complementaria, holista, de su vida. Así, pues, para implementar nuestro Quantum Vivir Bien / Desarrollo, nos inspiramos en la Chakana y la Wiphala: en su átomo mínimo: el cuadrante del centro, y lo vamos a desarrollar con la metodología de los cuatro Cuadrantes de Ken Wilber, que sintetiza la ciencia occidental del siglo XX. Vamos, pues ha hacer un ejercicio de transdiciplinariedad intercultural.
El Cuadrante de Wilber
En efecto, el modelo de los cuatro cuadrantes es el resultado del estudio sintético de numerosos modelos científicos registrados en la literatura especializada. Sirve a los fines de generar una comprensión ordenada, relacional y abarcativa, sobre la inmensa masa de datos procedentes de los muy diversos campos del conocimiento ahora existentes.
Los cuatro cuadrantes permiten identificar con claridad y relativa simplicidad, todas las correlaciones existentes entre áreas del conocimiento, que aparentemente, no parecen estar relacionadas entre sí. También nos permiten relacionar la interacción existente entre el individuo y la cultura y entre la conciencia y el cerebro, entre lo subjetivo y lo objetivo, entre el arte y la economía, etc.
Los cuatro cuadrantes son imprescindibles para diseñar un programa o proyecto integral. Ninguno de estos puede ser reducido a ninguno de los demás. Por ejemplo: no deberíamos caer en la trampa reduccionista de creer que los procesos neuronales (cuadrante superior izquierdo) lo determinan todo, o que estamos completamente determinados por la cultura (cuadrante inferior izquierdo) o que la posición social (cuadrante inferior derecho) es completamente determinante en el modo de pensar o que nuestras intenciones (cuadrante superior izquierdo) son completamente independientes del entorno en el que estamos inmersos.
Por el contrario, todos estos elementos se hallan profundamente relacionados, influyéndose unos sobre otros de manera dinámica y determinándose mutuamente. Ninguna de estas áreas debería verse reducida a ninguna de las demás, si no que cada una ha de verse como un complemento que enriquece la comprensión del conjunto de los enfoques posibles.
Entendemos, pues, que la comprensión del Cuadrante de Oro facilita el establecer contacto con la Vida, en todas las manifestaciones de las que somos conscientes como humanidad en este momento dado de la historia.
El Mapa conceptual
He aquí el mapa conceptual: la Columna izquierda representa lo Interior; la de la derecha lo Exterior. La Fila superior representa lo Individual y la inferior lo Colectivo.
subj-obje

Expresado mas sinópticamente aun:
sinoptic

Aplicación al Programa Biocultura
Para el caso de Biocultura, asume la siguiente configuración general:
indiv-colec

Una insinuación, que proviene de la primera fase y de las Lecciones aprendidas y Buenas prácticas, es la siguiente.

holoarquiaholoarquia1

Hardware y Software del modelo biocultural
El diseño de los proyectos sigue, normalmente, el paradigma científico newtoniano. El Desarrollo Rural, en concreto, ha sido diseñado desde el enfoque mecanicista que ha privilegiado básicamente lo material, lo cuantitativo y lo medible. En este momento del desarrollo tecnológico, todo nuestro entorno profesional y doméstico está determinado por las aplicaciones de la Mecánica cuántica, la cibernética, la inteligencia artificial, la informática. Pero, he aquí, que ello no ha entrado todavía en el diseño de nuestros proyectos.
En el PB&CC estamos introduciendo los conceptos de hard- y software para incrementar nuestra capacidad de resilencia y sostenibilidad. Como sabemos, un computador se compone de hardware: el conjunto de los componentes físicos de los que está hecho el equipo: la pantalla, el teclado, el CPU, el mouse, y de software: al conjunto de instrucciones, reglas y Programas: Word, Excel, PowerPoint, los navegadores, los sistema operativos, etc.
Pues bien, estamos introduciendo los Centros de Alta Conectividad (que prosiguen y mejoran los distintos Consejos locales, inaugurados por la Participación Popular) para complementar nuestro diseño con el Software, es decir, con todo aquello que tiene que ver con Programación; en este caso, programación neurolingüística o lo que Howard Gardner llamó “Inteligencias múltiples”, concepto básico de la Gestión del conocimiento actual.
Así como un fotón está compuesto de Onda y Partícula, soft- y hard-ware, un Proyecto biocultural está compuesto también de ambos elementos. Entendemos por Hardware lo material y cuantificable; por ejemplo: 100 Hectáreas de fuentes de agua reforestadas, o 10 emprendimientos de transformación de alimentos, o 5 albergues de turismo comunitario, o 100.000 hectáreas de pasturas nativas con zanjas de infiltración, o 250 técnicos medios certificados en turismo biocultural, o 250 Chefs de cocina certificados… Entendemos por Software la Programación no material, intelectual, emocional, espiritual, que hace que ese hardware opere con eficacia y sostenibilidad. Por ejemplo, para agua, trabajar la visión andina del agua y su diferencia con la comprensión occidental de la misma que se expresa en la fórmula H2O y la función del agua en las religiones y sistemas terapéuticos alternativos; para emprendimientos, innovar hacia el diseño de emprendimientos sociales sin fines de lucro y alta rentabilidad, con doble balance: uno financiero y otro socio-ecológico; en turismo, trabajar el guiaje biocultural; en praderas nativas, evidenciar el manejo ritual de energías sutiles en sociedades pastoriles; en clima, revalorización de los tecnólogos andinos del microclima: los Maranis; en seguridad y soberanía alimentaria, trabajar la Comida consciente, el slow food, mercados de cercanía y agricultura campesina, etcétera. Son sólo ejemplos. No es que antes no lo hubiera, pero no se era consciente de ello y, por tanto, diseñado el proyecto: hardware (Marco Lógico: Indicadores, metas cuantificables…), esta dimensión quedaba minimizada. O si había, no estaba conectada con su hardware y no había, por tanto, feedback. El design es buscar la complementariedad de lo hard y lo soft en nuestros proyectos
El siguiente gráfico puede visualizar este nuevo enfoque. Al proyecto clásico: hard, de la derecha, se la acopla el soft, trabajado en centros de alta conectividad, de la izquierda. Ambos se retroalimentan para crear un efecto de feedback permanente, estructural.soft-hard-biocultura

5. Los centros de alta conectividad locales
“Centros de alta Conectividad” es una denominación genérica para designar al instrumento que tendrá por finalidad tejer, conectar, integrar a los actores e instituciones municipales como una red integrada. Se trata de pasar del Municipio fragmentado y atomístico de la Participación Popular, al Municipio del Vivir Bien que debe ser un organismo interconectado a varios niveles.
Los Centros de Alta Conectividad son laboratorios para trabajar lo que unifica la diversidad y produce la integralidad; es decir, lo que tiene que ver con información, comunicación, gestión del conocimiento, cambio de paradigma, nueva conciencia, etc. Alfabetización ecológica, en una palabra.
Dicho de otro modo, los Centros de Alta Conectividad son espacios institucionales de comunicación: hacia afuera, hacia adentro y hacia sí mismos, de todos los actores e instituciones del municipio. Las conversaciones son performativas: llevan a la acción y al cambio de actitudes personales y colectivas; generan ciudadanía real; realizan la democracia participativa; hacen resiliente al Municipio ante turbulencias del entorno humano y extrahumano.
Los Centros de Alta Conectividad conectan los átomos aislados del Municipio, convirtiéndolos en una red conectada.
Funcionamiento
Los Centros de Alta Conectividad deben ser la función principal de nuestros Socios Ejecutores, con el backstopping de AGRUCO; en especial para invertir lo más inteligentemente posible los recursos Cosude: no en proyectos puntuales, sino en las conexiones críticas de la red municipal. Para los proyectos más grandes sería inteligencte apalancarlos de los niveles departamentales, nacionales, bilaterales y multilaterales.
Se debe trabajar articulados íntimamente a la Escuela. Buena práctica de la fase I de Biocultura.
Hay que involucrar, lentamente, en base a resultados, a los gobiernos municipales y a la APMT
Hay que construir estos centros sobre las plataformas ya existentes y darle el enfoque de la integralidad que no tienen. Hay que ir conectando todos los cuadrantes de la integralidad. Las plataformas existentes, como los Consejos locales bioculturales y otros, sólo se han movido en el cuadrante inferior derecho de Wilber: sello de la Participación Popular.
Estos serían, a grandes rasgos, los elementos de la herramienta para construir la institucionalidad local de las políticas públicas de Madre Tierra, Cambio climático y Vivir Bien y asegurar su sostenibilidad.
Las cuatro Inteligencias de la integralidad
Vamos a utilizar el Cuadrante de Wilber para modelar estos laboratorios, de los que deberán emerger las comunidades de aprendizaje que gestionen un conocimiento más complejo que ayuden a visibilizar y mostrar evidencias del vivir bien como una política pública local. Para ello vamos a proseguir las aplicaciones prácticas, de esa nueva frontera que abriera el psicólogo de Harvard, Howard Gardner, con su conocida teoría de las “Inteligencias múltiples”: frames of mind.
Podemos graficar lo dicho de la siguiente manera:

inteligencias-integridad

Inteligencia ecológica
La civilización animista, desde que surge el homo sapiens sapiens, alrededor de unos 100,000 años atrás, practica una inteligencia ecológica, energética, que consiste en saberse parte integral de la biosfera, entendida como un inmenso cerebro planetario, en el que los seres humanos somos neuronas de una red neural cósmica: «El Universo empieza a parecerse más a un gran pensamiento que a una máquina…» dijo el astrofísico James Jeans. Las instituciones animistas, como el ayllu, el chamanismo … son sinapsis y la tecnología ritual opera del mismo modo que los neurotransmisores del cerebro. En efecto, el Animismo se construye en el Continuo de la naturaleza, con la que los seres humanos animistas cultivan relaciones interpersonales de afectividad y reciprocidad. La inteligencia ecológica se expresa como Crianza de la Vida y es nutrida a través de la metáfora de la comensalidad: hay que dar de comer a la Madre Tierra para que ella, a su vez, también nos alimente. Nutrir la Vida. De este modo se establece un sistema continuo de feed back, que hace sostenible la red interconectada de la Vida, donde todo, lo visible y lo invisible, están interconectados y coimplicados.
Esta conciencia, expresada en su know how ritual: su tecnología simbólica, es el gran aporte de los pueblos indígenas al mundo contemporáneo y es el corazón de la propuesta del Vivir Bien.
Esta inteligencia ecológica ha sido erosionada por el contacto con el Monoteísmo (surgido hace, más o menos, cuatro mil años) que postula la Separación de la naturaleza y su dominación, por parte del ser humano. Tal el mensaje fuerte del primer capítulo del libro del Génesis. Este proceso de separación y dominio de la naturaleza no ha sido inmediato (las reiteradas caídas en la idolatría del Pueblo de Israel, el misticismo ecológico cristiano, el romanticismo, el ecologismo actual, en especial la Deep ecology) y se ha ido cocinando a fuego lento y ha empezado a hervir con la revolución industrial y a rebalsar con la sociedad de consumo que le sigue después de la Segunda Guerra mundial y que, hoy, se ha expandido a todo el planeta.
Las elites científicas e intelectuales de Occidente están llamando la atención acerca de los Límites del crecimiento: Club de Roma; surge una nueva comprensión de la Tierra como un ser vivo: la Teoría de Gaia: Lovelock, que se ha plasmado en una Carta de la Tierra, apoyada por las Naciones Unidas; Una verdad incómoda sobre las consecuencias del cambio climático: Al Gore y, últimamente, se empieza a hablar incluso de una Inteligencia ecológica: Daniel Goleman, para disminuir el consumismo y recuperar la conexión con la naturaleza y, a nivel operativo, de una ecoliteracy: Frithof Capra.
Es obvio que se está dando una convergencia con el Animismo y que ésta es la ventaja comparativa de Bolivia en el momento actual. Si bien todos los seres humanos tenemos la potencialidad de cultivar esta inteligencia, son los pueblos indígenas los que conservan de mejor manera esta dimensión de lo humano. Los Centros de Alta Conectividad deben trabajar especialmente esta herencia para cultivar evidencias del Vivir Bien, como una política pública local. En concreto, recuperando las tecnologías agronómicas, tanto de hardware: andenerías, zanjas de infiltración, campos elevados… como de software: ritualidad, chamanismo; asimismo, el manejo ecosimbiótico del territorio, la reciprocidad interecológica, es decir, volver activar los Sistemas de Vida que no son otra cosa que los ayllus andinos, antes de su mutilación por las Reducciones toledanas. El gran teórico de los Sistemas de Vida, de la ley 300, es nuestro sabio Ramiro Condarco que sintetizó su definición en el concepto de Simbiosis interzonal.
La Inteligencia ecológica es el dominio básico del Vivir Bien, es decir, del ejercicio de los “Derechos de la Madre Tierra, como sujeto colectivo de interés público, como la interacción armónica y en equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza, en el marco del reconocimiento de que las relaciones económicas, sociales, ecológicas y espirituales de las personas y la sociedad con la Madre Tierra, están limitadas por la capacidad de regeneración que tienen los componentes, las zonas y sistemas de vida de la Madre Tierra”. Ley 300, III, 9

Inteligencia racional
La civilización monoteísta (el Egipto de Akenatón y el Israel de Esdras) cuando entra en contacto con el mundo griego y, luego, latino, va a dar lugar a una civilización que ha cultivado de modo preferente, a través de la tecnología de vivir en ciudades, la escritura, el desarrollo del dinero y la creación de instituciones (la apuesta por lo permanente y autónomo), el lóbulo cerebral izquierdo; es decir, la inteligencia racional que ha dado lugar al surgimiento del pensamiento científico, de base positivista, de la civilización occidental moderna.
La palabra racional proviene del latín rationalis, rationale que está formado por la palabra ratio, rationis, cuyo significado es juicio, razón, inteligencia, razonamiento, consideración razonada, proveniente, a su vez, del verbo reor, reris, reri, ratus sum, ratum (pensar, creer, juzgar) con la adjunción del sufijo -tio (acción y efecto), más el sufijo -al que indica relación, pertenencia. Así, pues, el pensamiento racional, proferido desde el Yo: Pienso luego existo: Nosco me aliquid noscere: at quidquid noscit, est: ergo ego sum, Gomez Pereira, 1554, opera a través de conceptos y razonamientos lógico sintácticos; le encanta emitir juicios: bueno / malo, verdadero / falso. Implica un proceso mental que persigue la búsqueda de una conclusión o solución a un problema: gestión por resultados. La inteligencia racional es deductiva: va de lo general a lo particular; saca conclusiones a partir de premisas; pero también es inductivo: va de lo particular a lo general, asumiendo que si algo es verdadero o bueno en ciertas situaciones, también lo va a ser en otras situaciones similares. Es analítico, es decir, separa las partes del todo y tiende a definirlas, identificarlas y categorizarlas. Análisis, síntesis, generalización y abstracción.
Esta inteligencia ha producido grandes abstracciones que han minimizado al Animismo y desequilibrado los ecosistemas terrestres: la noción semita de un Dios invisible, todopoderoso y universal; la noción griega de que el Ser es inmóvil, ingenito y perfecto: Parménides; la invención de una Ley abstracta, que debe ser interiorizada, válida para todos: Moisés. La noción de lo estático, inmutable, idéntico, uno, suscita seguridad y esa necesidad se va plasmando en instituciones seguras que protegn contra lo caótico del cambio y el devenir: Heráclito. Así, en nuestro caso, se prestidigita la forma Iglesia, luego: la forma Estado: estático, con sus instituciones y operadores: sacerdotes / burócratas. No hay Estado sin burocracia. Como inter-conector del sistema, se crea el Dinero, de la nada, es decir, a partir del crédito bancario: el equivalente general del sistema-mundo, en la actualidad.
Toda nuestra cultura moderna ha acentuado la inteligencia racional hasta el punto de volverla irracional, con la creación de tecnologias que nos están destruyendo y están devastando el planeta. La inteligencia racional ha difamado y reprimido la inteligencia emocional con el argumento de que obstaculiza la mirada objetiva de la razón. Hoy sabemos, por la nueva epistemología y principalmente por la física cuántica, que todo saber, por más objetivo que sea, viene impregnado de emoción y de intereses y, además, depende del Efecto Observador. La objetividad es una argúcia lógica para vencer al otro; no es algo real.
Este diseño ha sido encapsulado en la “Forma Escuela”, una franquicia europea que ha sido comprada por el mundo entero de la actualidad y, gracias a ella, existen el Estado, la Democracia, el Capitalismo: la globalización. Por tanto, si queremos tenerlos, y esa voluntad se expresa en la forma Estado Plurinacional, tenemos que cultivar esa dimensión del cerebro humano, a sabiendas, empero, de su peligrosidad, si no es relativizada por las otras inteligencias. Afortunadamente, el magisterio indígena, de la escuela pública, se encarga de ello eficientemente.
A nivel local, la Inteligencia racional se nos presenta en el Municipio y sus instituciones: la escuela, la posta, las defensorías, los proyectos de agua, luz, saneamiento básico, servicios financieros, jurídicos, policía, partidos políticos, etc. También en el PDM, POA, Cartas Orgánicas. Igualmente en el Marco Lógico de los proyectos.
Nos encontramos, pues, en el dominio del Desarrollo, es decir, del ejercicio de los “Derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales del pueblo boliviano para Vivir Bien, a través de su desarrollo integral, satisfaciendo las necesidades de las sociedades y personas en el marco de las dimensiones sociales, culturales, políticas, económicas, productivas, ecológicas y espirituales”. Ley 300, III, 9.

La inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la que ha permitido el surgimiento de la socialidad humana basada en la lógica del don. Las tradiciones europeas (griega, romana, judeo-cristiana), las tradiciones asiáticas conocidas a través de sus textos sagrados (budismo, hinduismo, taoísmo), las tradiciones orientales (como las del islam y el cristianismo ortodoxo bizantino), las tradiciones transmitidas a través de la oralidad y de la ritualidad (sociedades africanas, amerindias, asiáticas, oceánicas), todas ellas, consideran a la reciprocidad, por tanto, a la afectividad, como el fundamento de la vida social.
La civilización occidental, con su apuesta hegemónica por la Separación y la Razón, ha ido minimizando la inteligencia emocional por la vía de entenderla como algo perteneciente a la esfera de lo privado: en el hogar se expresa la lógica del don, lo gratuito, el cariño, o en las iglesias: la caridad, la limosna, el cuerpo místico, etc. En la esfera pública, empero: la más importante, debe prevalecer la inteligencia racional: el cálculo utilitarista y egoísta de la búsqueda del lucro. La inteligencia emocional entonces, pari pasu se desplegaba el capitalismo, fue siendo minimizada y marginada al ámbito doméstico y religioso, aunque tampoco desapareció. Se la llamó inteligencia sensible: San Agustín, cordial: San Buenaventura, sintiente: Xavier Zubiri, empatía: Edith Stein; últimamente, Daniel Goleman le ha dado una nueva actualidad, dada la actual crisis medioambiental y financiera. El pensamiento occidental moderno, logo- y antropo-céntrico, puso el cariño, el afecto y la emoción bajo sospecha, con el pretexto de que perjudica la objetividad del conocimiento científico. Su exceso: el racionalismo, llegó incluso a producir una especie de lobotomía psíquica en el homo occidentalis que se expresa en una completa insensibilidad frente al sufrimiento no sólo del ser humano: las guerras que provoca, para recargar el capitalismo cíclicamente en crisis, sino también de los seres vivos y de la Madre Tierra: la explotación de los recursos de la biosfera.
El gran privilegio que tenemos los bolivianos es que la civilización amerindia no sólo que se ha especializado en el cultivo del lóbulo neural derecho, sino que conoce el know how de su implementación en todas las esferas de la vida, entendida integralmente. Esta es la veta que tienen que trabajar los Centros de alta Conectividad. En efecto, en las sociedades indígenas, la reciprocidad juega un papel crucial en la organización económica, social, política y religiosa. Conocemos ya muchas manifestaciones de reciprocidad positiva basadas en dones y contra dones de productos, de servicios, de cortesía, como ser el ayni (reciprocidad de servicios o bienes entre dos familias), la mink’a (don de servicio agrícola por comida y parte de la producción), la waki (don de tierra cultivable, contra don de trabajo en el terreno y repartición del producto entre ambos), el apthapi (dones de comida consumidos por todos), el apxata (dones de productos a familias que han asumido cargo en la comunidad, de parte de sus ahijados, familiares, padrinos, etc.), el k’intu (dones y contra dones de coca en una reunión), etc.
– La economía de reciprocidad, el corazón de la Inteligencia Emocional, se basa en el don y la reciprocidad. Una persona da a otra un producto o un servicio, cuando lo necesita. A su vez, el donatario dará al donador un don de retorno, cuando éste lo precise. La economía de reciprocidad implica la satisfacción de las necesidades del otro, y no así la satisfacción de un interés personal. Esta preocupación por el otro -replican sus críticos- es poco sostenible porque parece suponer una bondad inherente a la naturaleza humana. El argumento es falso, por metafísico. No es así. Tampoco lo es el argumento del egoísmo original, planteado por Adam Smith. En realidad, la ciencia actual nos dice que el individuo se construye en su relación con el otro, y la reciprocidad aparece entonces, no como el resultado de una naturaleza altruista, del mismo modo que el capitalismo no es el resultado de una esencia egoísta, sino, como sabemos ahora por las neurociencias, ello brota como efecto, por así decir, de la complementariedad del “Gen egoísta”, de Richard Dawkins y el “Gen altruista”, de Edward Wilson. Otra vez, la complementariedad de las energías fermiónicas y bosónicas. La reciprocidad, pues, crea entre sus participantes una situación contradictoria, puesto que el donador es donatario y éste, donador a su vez. Mediante la reciprocidad, cada participante se ve reflejado en el otro, generándose una conciencia compartida de ser, a la vez, donador y donatario, que produce una doble conciencia. Esta conciencia de conciencia se revela, asimismo, como afectividad, como sentimiento puro, que Dominique Temple ha calificado de Conciencia afectiva. Esta conciencia afectiva se dice chuyma, en aymara.
La reciprocidad, pues, genera el vínculo social, un sentimiento compartido entre los participantes de la relación de reciprocidad. En este sentido, no encontramos, como en el capitalismo, una separación entre lo material y lo afectivo, sino que nos las habemos con una economía, basada en una estructura de reciprocidad, capaz de generar abundancia de lo necesario, lazo social y sentimiento de humanidad, a la par. En una comunidad, no es posible separar lo económico, de lo social, de lo afectivo y de lo espiritual. En una sociedad, sí. Un acontecimiento productivo, la siembra por ejemplo, implica reunir a la familia, invitar a los vecinos, trabajar duro, pero también compartir coca, merienda, bebidas; implica igualmente ofrecer rituales, bailar, cantar: alcanzar estados alterados de conciencia. El trabajo es también una fiesta. Con otras palabras, el trabajo no genera individualismo, competencia, acumulación sino, por el contrario, es motivo de convivialidad, colaboración y redistribución, recreando así, continuamente, la inteligencia emocional. Este es el dominio del Vivir Bien, es decir, del ejercicio de los “Derechos colectivos e individuales de las naciones y pueblos indígena-originario-campesinos, comunidades interculturales y afrobolivianas (…)”. Ley 300, III, 9
La inteligencia espiritual
La inteligencia espiritual es la más nueva y la más antigua, al mismo tiempo, de las múltiples inteligencias que ahora conocemos. Hay reportes muy específicos de ella, por lo menos desde hace 2.500 años, cuando el Buda la llamó Vipassana. Vipaśhiana significa ‘ver las cosas tal como son’, siendo vi un aumentativo; y pashia: ‘ver, contemplar, comprender correctamente’. Esta comprensión sin ilusiones es la base para superar la ignorancia, generadora de sufrimiento, y alcanzar así la iluminación. Pablo de Tarso, el fundador del cristianismo, en la Carta a los Colosenses, 1: 9-10, en la traducción sefardí de Casiodoro de Reina, ora pidiendo inteligencia espiritual y la describe como la capacidad de vivir con plenitud, integralidad y coherencia.
Investigaciones científicas recientes señalan que esta coherencia espiritual tiene una base biológica. A finales del siglo XX, los neurobiólogos Persinger, Ramachandran, Singer y Deacon, usando scanners para visualizar imágenes cerebrales, detectaron lo que llamaron el Punto Dios en el cerebro: God Spot o God Module. Se trata de lo siguiente: personas que en sus vidas dan un espacio significativo a lo profundo, al silencio, recogimiento, manifiestan en los lóbulos frontales del cerebro una excitación detectable por encima de lo normal: unos 40 Herzios por segundo. Estos lóbulos están ligados al sistema límbico: el centro de las emociones y los valores, como ya vimos. Ahí se da una concentración de energía que estos científicos llamaron también mente mística: mystical mind. Tal estimulación del Punto Dios no está ligada a una idea o a algún pensamiento objetivo. Se activa cuando la persona se siente envuelta emotivamente en contextos globales que confieren sentido: significado, a la vida, al armonizar las partes con el Todo. Se trata, pues, de emociones ligadas a experiencias que implican una percepción incondicionada de la totalidad.
Estudios más recientes, sin embargo, señalan que hay más regiones del cerebro estimuladas por experiencias de totalidad y armonización. Eso indicaría que el Punto Dios puede ser, en realidad, una Red Dios que comprende zonas normalmente asociadas a emociones abisales, oceánicas, cargadas de significación. Ahora bien, esta Mente mística pertenece al proceso evolutivo cosmogénico; no precisamente de lo eclesial. Representa una complejización de la especie homo, constituyendo una propiedad del mismo universo. Sólo porque está en el universo, puede estar en nosotros.
Para Danah Zohar y Ian Marshall, la Inteligencia Espiritual es la inteligencia primordial; es la inteligencia que nos permite afrontar y resolver problemas de significado y de valores, ver nuestra vida en un contexto más amplio y significativo y, al mismo tiempo, determinar qué acción o camino es más valioso para nuestra vida. Así, pues, la Inteligencia Espiritual está en todo nuestro Ser, como una totalidad trabajando de manera armónica con la inteligencia ecológica, la inteligencia racional y la inteligencia emocional. Todas estas capacidades humanas tienen en común un sentido de unidad en la comprensión de una situación o en nuestra reacción ante ella. La comprensión es esencialmente holística; una capacidad de captar el contexto general que vincula las distintas partes que lo componen. Esta comprensión contextual es la que no tienen los esquizofrénicos, que no pueden unificar la experiencia y, por tanto, no pueden reaccionar apropiadamente ante ella. También, por ello, se la denomina Pensamiento unificador. Esta capacidad unificadora forma parte esencial de la conciencia y es clave para comprender las bases neurológicas de la Inteligencia Espiritual.
Según Zohar y Marshall, la Inteligencia Espiritual se distingue por las siguientes características: capacidad de ser flexible, poseer un alto nivel de conciencia de sí mismo, capacidad de afrontar y trascender el dolor y el sufrimiento, capacidad de ser inspirado por visiones y valores, reluctancia a causar daños innecesarios, tendencia a ver las relaciones entre las cosas, inclinación a preguntar por el Por qué y a pretender respuestas fundamentales, facilidad para estar contra las convenciones.
La Inteligencia espiritual pertenece, pues, al dominio del Vivir Bien, es decir, del ejercicio de los derechos de Todos a vivir una vida armonizada y plena: Ley 300, III, 9. Este es el dominio más pleno del Vivir Bien, es decir, del ejercicio del “Derecho de la población rural y urbana a vivir en una sociedad justa, equitativa y solidaria sin pobreza material, social y espiritual, en el marco del goce pleno de sus derechos fundamentales”. Ley 300, III, 9.

Marco Lógico de la gestión del conocimiento de estas cuatro Inteligencias

indicadoresindicadores1

 descarga_pdf