Baltasar de Salas: los Nombres de Dios y los Nombres de la Naturaleza
Hay varias maneras de leer un texto. Una, que tiene su brillo y fuerza, es la manera positivista, racional y crítica; sus límites metodológicos también son obvios. Otra manera, es aquella en la cual no es importante tener certeza de quien es el autor, de si las fechas son correctas, de si hay muchas manos metidas y quien es quien, de si es apócrifa, pseudo epigráfica o no; el palimpsesto textual, como un ser vivo es significativo en sí mismo: en su abigarramiento y complejidad. Este enfoque considera al texto como un fractal o como un microcosmos de la noosfera de determinada época. Tiene que ver con micro historias de mentalidades específicas que pueden alumbrar los lados silenciados por la Historia oficial.
Yo quisiera presentarles, Copacabana de los Incas. Aymaru / Aymara, como un testimonio concreto de interculturalidad, de diálogo entre el monoteísmo y el animismo, desde la aproximación occidental: Salas/Viscarra, para aprender cómo se ha dado este encuentro entre nosotros en tiempos de Inquisición y Extirpación de idolatrías: siglo XVII.
Sospecho que Copacabana de los Incas es un palimpsesto marrano. Nos fascina, en efecto, el otro lado de la medalla monoteísta y patriarcal. Se sabe que, entonces, la Inquisición funcionaba eficientemente y, por tanto, había que cuidarse y encriptar para protegerse y, sin embargo, pasar la información al atento y sabido lector; como hizo Cervantes, por ejemplo, con el Quijote. Los Rolletes de fray Baltasar, tres siglos después, siguen siendo ninguneados e ignorados, tal vez porque transmiten el sistema simbólico aymara: los Nombres “primordiales” de las instituciones andinas y, a lo mejor también, porque muestra una misma forma mentis, común a qabbalistas y animistas: no escapar a lo contradictorio y entenderlo como complementario. Mientras conozcamos la nomenclatura esotérica andina, el otro lado de nosotros mismos, estos Nombres quedarán como semilla para nuevos renacimientos.
El texto que voy presentar es: Fray Jesús Viscarra Fabre, Copacabana de los Incas. La Paz: Fundación Flavio Machicado Viscarra / Fundación Cultural Banco Central, 2010. Segunda edición; la primera es de 1901.
Empecemos por la figura de Baltasar de Salas, fraile agustino, escurridizo y enigmático, amigo de arcanos e idolatrías. Me tinca que de familia conversa. Salas es apellido registrado en los anales de la Inquisición. Con su familia, pasan a la Nueva España hacia 1566; en 1586 se le encuentra en Lima; en 1589 obtuvo del Rey licencia para excavar una wak’a en Quito; en 1590 obtuvo permiso para volver a la Nueva España; en 1591 se halla en Panamá donde funda un convento agustino; en 1593, tras un viaje a Roma, se encuentra en España pidiendo licencia para volver a Panamá. Hacia 1604 se le vuelve a encontrar en Lima. Se supone que habría residido en Copacabana, entre 1612 y 1626; sin embargo, los cronistas agustinos, Calancha y Torres, callan sobre él; lo cual tampoco es concluyente. Ningunear es algo bastante antiguo, sobre todo a los extravagantes. Como no podría haber sido de otro modo, se dice que entre, 1576 y 1612, habría publicado en Madrid, Amberes y Nápoles ciertos manuscritos; hasta ahora, empero, nadie ha podido verificar esta información. Las referencias a la Orden se ajustan a la realidad. Vargas Ugarte deja abierta la posibilidad de que Ramos Gavilán se aprovechara de algunos datos de Salas, como Garcilazo lo hiciera con textos de Blas Valera. Aunque el enigma persiste, hay muchas referencias que insinúan que Baltasar de Salas, efectivamente, escribiera algo sobre el santuario andino y cristiano de Copacabana: sus firmas limeñas coinciden básicamente con las que reproduce Viscarra a propósito de su “edición” de los Rolletes Aymaru Aymara.
Fray Jesús Viscarra Fabre, 1847-1904, nació en Sorata y murió en La Paz. Ingresó a la Orden franciscana a muy temprana edad, siendo ordenado sacerdote en 1872. Dos años después, fue designado “Capellán del Camarín de la Virgen de Copacabana”. En 1877 es enviado a misionar las provincias de Larecaja y Nor Yungas, desde su sede en Coroico. En la década de los Ochenta, estuvo en Arequipa, Lima y Roma. Deja la Orden franciscana y prosigue como sacerdote diocesano. Su peculiar “edición” del texto de Baltasar de Salas revela una tensión espiritual e intelectual muy fuerte, que también podemos ver en la obra de Gamaliel Churata, El pez de oro y en El loco, de Arturo Borda; otros textos donde occidente y la indianidad se encuentran cuerpo a cuerpo. Dan que pensar.
Utilizando un recurso, muy marrano, el de apelar a un manuscrito antiguo y desconocido, por él descubierto, como Moisés de León, Cervantes, Borges o Umberto Eco, fray Jesús emprende la tarea de editar un texto silenciado varios siglos ya: “Rolletes Copacabana de los Incas. Origen primero del Kotakhanawi y Titicaca. Historia dirigida a la C. M. de Don Felipe Quarto, N. S. Rey, potentísimo de las Españas y Monarca invictissimo del Nuevo Orbe por su humilde siervo Fray Balthasar de Sàlas, augustiniano: Quien fizo imprimir ESTA PARTE con las debidas licencias y muy conforme al DECRETO del 13 de Marzo de 1625 expedido en Roma por N. SS. P. Urbano Octavo. ANTVERPIAE, Ex oficina Plantiniana, apud Balthasarem & Ioannem Moretos. M. DC. XX.VIII. PARTE PRIMERA Reimpresa con sus Isografías y Anotaciones POR J. Viscarra F.”
Tiene otras carátulas. He transcrito, ni la más larga ni la más corta. Esta oscilación, por ejemplo, ya pone nerviosos a los críticos positivistas. Ahora bien, en la edición misma de los Rolletes ya se nota la incontinencia de fray Jesús: el aparato crítico que quiere adjuntar, para una mejor comprensión y puesta en contexto y perspectiva de los Rolletes, es no sólo desmesurado, sino que invade el texto mismo de Salas e, incluso, le enmienda la plana, mareando a un lector melindroso. No hay que dejarse espantar por ello. Hay que ir al grano: a expurgar los “Nombres primordiales” de la cosmología e instituciones aymaras, para poder reconstruirla y entenderla mejor y, en ello, reconstruir cómo se dio ese encuentro intercultural entre los vencidos, internos y externos, del catolicismo hispánico.
Las carátulas buscan suscitar un toque añejo. Si son de veras o no, tiene poca importancia. Esa es fatiga de positivistas. Lo significativo, aquí, es editar unos Rolletes. ¡Qué digo! Se trata de que salga la palabra Rolletes. Como ya habrá sospechado el agudo lector, esta palabra remite a los Rollos de la Toráh. Los judíos, en efecto, enrollan sus escrituras sagradas. Baltasar de Salas está sugiriendo, aguando el atrevimiento con un diminutivo no infantil, que se trata de una operación marrana y que la información que se va a transmitir: Nombres primordiales, tiene carácter sagrado; de otro modo no usara el término Rollete. Al juntar la palabra Rollete a las palabras Kotakhawana y Titikaka está indicando, al buen entendedor, que el autor se adscribe a la tradición herética del judaísmo. La Qabbalah, por lo visto, sigue operando en los conventos donde se siguen refugiando los sefardíes católicos, atrapados, a la sazón, en la contradicción extirpar/salvar idolatrías, como un siglo antes Blas Valera. Salas no sólo nos está diciendo que le atraen las idolatrías, sino que, además, le fascina lo femenino; en este caso, la wak´a mayor de Kothakhawana: un lugar de poder maternal. El guiño a Hashem y a la Shejinah ha sido pasado. Ya tenemos la clave de lectura. Lo demás es un galimatías para cubrir/descubrir las pepitas de oro: los Nombres: el Mapa conceptual de un espacio de Poder femenino.
En esta prueba, e invitación a seguir leyendo, me voy a limitar a lo esencial. Baltasar de Salas nos ofrece un elenco o catálago de los Nombres secretos y sagrados de los Andes, siguiendo la hoja de ruta hebrea: génesis, genealogías, el diluvio y, en especial, Noé en quien entroncan y de quien descienden los demás pueblos y otros tics marranos: el paraíso, las tribus perdidas, sistemas de escritura y codificación: los quipus, las leyes, etimologías, filología comparada… pero abierta a los hallazgos nativos; mejor dicho, esa ruta conocida abre hacia los senderos desconocidos de los Andes.
El detalle, empero, está en los Nombres. Como se sabe, un nombre con el que los sefardíes se refieren al Inefable es, precisamente, Ha Shem: el Nombre. Tiene que ver con suscitar lo contradictorio: no pronunciar su Nombre en vano y, sin embargo, proferir sus atributos: decir/no-decir. Un caso semejante, pero en clave cristiana, es el libro de otro marrano notable: Fray Luis de León que escribió, entre 1572 y 1585, De los nombres de Cristo. Allí glosa, por ejemplo, los Nombres: «Pimpollo», «Faces de Dios», «Monte», «Padre del Siglo futuro», «Brazo de Dios», «Rey de Dios», «Esposo», «Príncipe de Paz», «Amado», «Cordero», «Hijo de Dios», «Camino», «Pastor» y «Jesús». Baruj Spinoza y Wittgenstein, por ejemplo, callaron sobre Hashem pero sacaron punta a sus atributos, abriendo y cerrando la Modernidad, filosóficamente hablando. Dejo la palabra a Fray Luis para que veamos de qué se trata con esta operación:
“Consiste, pues, la perfección de las cosas en que cada uno de nosotros sea un mundo perfecto, para que por esta manera, estando todos en mí y yo en todos los otros, y teniendo yo su ser de todos ellos, y todos y cada uno de ellos teniendo el ser mío, se abrace y eslabone toda esta máquina del universo, y se reduzca a unidad la muchedumbre de sus diferencias; y quedando no mezcladas, se mezclen; y permaneciendo muchas, no lo sean; y para que, extendiéndose y como desplegándose delante los ojos la variedad y diversidad, venza y reine y ponga su silla la unidad sobre todo. Lo cual es avecinarse la criatura a Dios, de quien mana, que en tres personas es una esencia, y en infinito número de excelencias no comprensibles, una sola perfecta y sencilla excelencia”
La civilización andina nos va a permitir pasar de un enfoque antropocéntrico a uno cosmocéntrico que es lo que ha descubierto, justamente, fray Baltasar al buscar, en los Nombres aymaras, sus otros sentidos: analógico, simbólico y místico, siguiendo las reglas de la exégesis qabbalista. Para un Marrano, entender la civilización andina, es entender y poder descifrar sus “Nombres secretos”.
A modo de ejemplo voy a transcribir los Nombres esotéricos del Lago Titicaca. Son los siguientes:
También nos confía los Nombres ocultos de los Cerros nevados.
Conozcamos los Nombres secretos de la Isla de la Luna
Gracias a fray Baltasar nos enteramos de los Nombres misteriosos de la Península de Copacabana
También añade dos Nombres en idioma pukina que llama ppoc-kataña.aru
Termina yapando sus Nombres cristianizados
Para un monoteísta, la naturaleza no es un lugar de epifanía, manifestación de lo divino, sino la Historia humana: lo antropomorfo. Dios es entendido como Padre, Jesús como Hijo; el ser humano es el sujeto de la salvación; no la naturaleza. El enfoque del Monoteísmo es, pues, antropocéntrico. En los Andes, en cambio, la Naturaleza es privilegiada como un espacio de hierofanía, de manifestación de los Poderes divinos y, por tanto, tiene sus Nombres sagrados y, por ello, secretos. El enfoque es, pues, cosmocéntrico. Lo que es Dios para los monoteístas, es la Naturaleza para los animistas. De ahí a afirmar, como lo hace Baruj Spinoza, Dios o Naturaleza: Deus sive natura, hay un paso.
Pero Baltasar de Salas no sólo toma nota de ello, sino que también trata de buscar los equivalentes homeomórficos de su sistema más íntimo: la angeología, que es la metodología con la que el judaísmo provoca las mediaciones imaginarias para suscitar el Poder sin más: En Sof, al cabo de la escala. Las figuras del friso de la Puerta del Sol en Tiwanaku son seres alados, como los de Mesopotamia. Se entiende que se los pueda considerar angélicos. De ahí, tal vez la curiosidad de fray Baltasar de inquirir por sus nombres esotéricos. De la primera mitad del siglo XVII son los famosos ángeles de Calamarca y Carabuco, atribuidos José Lópes de los Ríos y a Basilio de Santa Cruz; ambos con apellidos marranos. Los ángeles andróginos (¡lo contradictorio!) los delatan. Los nombres secretos que averigua fray Baltasar son los siguientes.
En fin, este texto es un manjar intelectual. Sugiero, finalmente, una manera creativa de no congelarlos en piedra, sino de usarlos para innovar y enriquecernos dando un ejemplo concreto, a propósito de una suerte de leyes del buen vivir aymara que Salas los introduce así: “Vedlos aquí, tal como los han ratificado, desde los años de la Liga-Taapak-Aymáru esos sanctos Aruwiris. Y también se han cumplido cada dedo o índice de estas Leyes por siempre entre estas gentes Culláwas”.
El fraile sefardí los presenta, significativamente, bajo la forma de “Ternarios”. El primer ternario contendría las leyes divinas: “Creencias y ritos y ceremónias” que, sin embargo, nuestro cronista no consigna, pero añade: “mediante las enseñanzas y la constante dirección de nuestros Apu-wilumis, se han cumplido todos los mandatos encerrados en estos tres cartapacios que componen el 1er ternario de leyes divinas. De cuyas obras y práctica se forma la Religión heredada de nuestros Aukychas”.
El segundo ternario contempla las “leyes naturales” que aparecen en dos manos de leyes: “Mano-derecha” y “Mano-cordial”.
El tercer ternario estipula las “leyes civiles” en otras dos manos de leyes: “Mano para Autoridades” y “Mano para Todo-racional” que fray Jesús, entrometiéndose, llama “leyes agrarias”: este concepto no existía el siglo XVII.
Estos pentálogos, por así decir, empiezan de este modo: Apu-Intin hynoccanacapa que Salas traduce de este modo: “Estos son los preceptos impuestos á toda alma-racional, por el Ser-supremo”. Y terminan asá: Uka ampar eujjanaca ahn ppokkerijja: hywat-hywatapan. Iyau, es decir, “Quien no cumpla, pudiendo, ese manojo de leyes: muera de muerte. Así sea: Iyau”. Tal la versión de Salas.
Transcribo, a continuación, tal cual, estos mandamientos, preceptos, leyes o sentencias del buen vivir aymara, para disfrutar de la rotundidad de su bella economía verbal; luego, comentaré las traducciones de Baltasar de Salas y ofreceré las que hemos trabajado con Jorge Miranda.
“Mano derecha”. “Mano cordial”
Traducciones y comentarios
De la “Mano derecha”.
Hylirinaccaru-aynirejja: hywat-hywatápan. Baltasar de Salas interpreta así: “El inobediente, convencido de su desobediencia: muera de muerte”. Aquí, empero, las palabras importantes, me parece, son: Hyliri, jiliri: hermano; ayni: concepto fundamental de la economía de reciprocidad, hywa: jiwa: muerte. Hywat-hywatápan, sin embargo, aquí es una frase hecha. Y la traducción de Salas parece buena, incluso si echa mano del superlativo hebreo: “cantar de los cantares”, “vanidad de vanidades”, para dar rotundidad a la sentencia. Por otro lado, ya sabemos por Mario Torrez (Pacha 6(2001)45-67) que este concepto de jiwa significa muerte pero en el sentido de muerte/vida como transición hacia lo bello en la acepción de agradable. La rotundidad, pues, no es absoluta. No hay nada absoluto en el pensamiento aymara; todo es relativo: tiene relación. Ahora bien, el ayni, como se sabe, consiste en intercambiar recíprocamente bienes y servicios iguales, es decir, poner en movimiento energía social. Nuestra traducción, por tanto, sugiere lo siguiente: “Quien, como hermano no cumpla con el ayni, muera”. Es decir, quien no haga circular energía social, se quedará sin ella y decaerá por falta suya. Los quechuas conocen el Ama waqlla. Waqlla, según el Vocabulario de Gonçález Holguín, significa también Chulla: no parejo, sin pareja, por lo que la sentencia Ama waqlla: traducida homofóbicamente por “No seas maricón”, se traduciría mejor por “No seas chulla: haz que circule la energía del ayni”. No seas individualista: solipsista: onanista.
Ahyrajja: hywat-hywatapan. Baltasar de Salas vierte así: “El perezosso, convencido de su pigricia: muera de muerte”. Aquí, empero, la palabra importante es Ahyra. Cancio Mamani (Inkillkuna, Chukiyawu, 1968, pág. 8) la traduce como “Hacer dos cosas simultanea o concatenadamente”. Algo positivo. Connota diligencia, capacidad de usar simultáneamente los dos lóbulos cerebrales. Sutileza compleja. Bertonio pone un ejemplo ilustrativo: “Dezir a la nuera, para que lo entienda la suegra”. Oscilación, pues, entre dos puntos, bilocalidad interactiva. Sin embargo, en Ayratha connota algo negativo: “Errar texiendo, passando los hilos del vrdiêbre sin cogerlos con la trama”, “Ayraquipatha: Dar a vno si, y a otro no, quando ay muchos”, “Ayranatha: Reñir a vno o hablar para que otro lo tome para si”: Bertonio. Jja ¿es un sufijo de negación? Ja, puede ser un sufijo exagerativo, cualitativo, localizador, partitivo. Ja, como silaba significativa denota vida, grande. Esta oscilación, este ir y venir, dar vueltas, parece que jja la sufija negativamente; como que la ambigüedad, la oscilación, no es productiva. Así, pues, sugerimos la siguiente traducción: “Quien vueltea, muera”. Los quechuas conocen la famosa Ama kella: “No seas flojo”.
Karijja: hywat-hywatapan. Baltasar de Salas traslada así: “El mentiroso, convencido de su mentira: muera de muerte”. Ahora diríamos: “Quien mienta, muera”. Es interesante, sin embargo, recordar el mapa semántico de Kari, Khari, K´ari. Kari es un jefe lupaka que vence a Sapalla, jefe pakajaqi, gracias a una alianza con Wirakucha. Alguien capaz de complejidad, astucia, sumar. Khari khari puede significar dos cosas: primero: una hierba cortante de los yungas; después, al conocido Sacamantecas. Khariña es cortar, separar. K´ari es el mentiroso, falsario; connota algo apócrifo; en Bertonio, también chismoso. K´ari katuya significa pescar la mentira: pescotis. Pero es muy interesante la explicación que da Felix Layme en su Diccionario: “La oscilación de precios en un mismo mercado o feria hace que una persona sea considerada como mentirosa al saber un otro precio en dicho sitio”. Significativamente, el principio de no contradicción es bien visto en los aforismos morales aymaras. K´arisiri es mentiroso, embaucador, seductor. Los quechuas conocen el Ama llulla: “No seas mentiroso”.
Lunthathajja: hywat-hywatapan. Baltasar de Salas transcribe así: “El ladrón, convencido de su latrocinio: muera de muerte”. Sólo un par de matices: lunthathaña es robar sin violencia; lunthatjaña es robar con violencia, depredar, saquear. “Quien robe, muera”. Los quechuas conocen el Ama sua: “No robar”.
Wachokherijja: hywat-hywatapan. Baltasar de Salas interpreta así: “El fornicario, convencido de su pecado: muera de muerte”. Wachu significa surco, camellón. Wachuqa: adulterio. Wachuqaña: fornicar. Wachhiña: simular el coito. Bertonio ilumina sobre el origen de la metáfora: “Huachhantatha kimintatha: meter mucho el arado, o el palo con que barbechan los indios”. “Huachahatha kimitha: Hazer actos torpes como perrillos y perrillas”. “Hayatha huachhatha: Tener essos desseos torpes viendo de lexos la persona que codicia”. Nuestra sugerencia: “Quien tire sin discreción, muera”. Los quechuas conocen el Ama sipish “No destruyas la vida de los demás”.
De la Mano cordial
Wiñay-ahkañchássim. Salas traduce: “Consérvate siempre en toda vida y virtud”. Aquí la palabra clave es ahkaña: jakaña. Torrez (ibidem) despliega el siguiente mapa mental: Jaka; vida en el sentido de estar integrado en la trama de la vida; jaka-sa: nuestro poder de vida; jaka-wi: lugar de la convivencia como un lugar agradable; jaka-ña: lugar donde la vida se desarrolla hacia dentro. Cha, como sílaba significativa, significa energía, potencia; como sufijo puede ser verbalizador, dubitativo, interrogativo alternativo; como ch´a, comparativo. Nuestra traducción, por tanto, sugiere lo siguiente: “Vive siempre en la red” en el sentido de conectado con la trama de la vida.
Wiñay-amauthassim. Salas traduce: “Instrúyete siempre en toda ciencia y oficio”. La silaba significativa ama sugiere la idea de cavilar, pensar, recordar, discurrir, aconsejar, sugerir, dar ideas. De ahí viene Amawt´a: pensador. Connota la idea de, no tanto in-troducir información de fuera: in-struirse, cuanto poner en movimiento la información que se tiene dentro: memoria. Sugerimos: “Reflexiona siempre”.
Wiñay-chuymanchassim. Salas interpreta así: “Aconséjate siempre para todo”. Aquí la palabra clave es chuyma: una de los conceptos mayores de la inteligencia emocional aymara, a juicio mío. Vayamos, sin embargo, al Bertonio. “Chuyma: Los bofes propiamente, aunque se aplica al coraçô, y al estómago, y casi todo lo interior del cuerpo”. “Chuyma: Todo lo perteneciente al estado interior el animo bueno, o malo; virtud o vicio, según lo que le precediere. Y para que se entienda ponemos algunos ejemplos tocantes al cuerpo y al animo”. “Chuyma kaphittito: Tener mal, o aprieto de coraçon, con que a veces desmaya el enfermo”. “Chuymarochatha: Encomendar a la memoria”. “Chuymachasitha: Comenzar a tener entendimiento o discreciô”. “Chuymanisa: Tonto, sin juyzio”. “Chuymakheara: Savio entendido”. “Chuymatratha: Maquinar, traçar en su pensamiento”. Nuestra sugerencia de traducción sería, pues: “Se entrañable siempre”.
Wiñay-arunchassi. Salas traduce: “Aconsejate siempre para todo”. Aru es el equivalente de Logos y Verbum: Palabra. Cha: energía, fuerza. Sugerimos lo siguiente: “Déjate conducir siempre por la fuerza de la palabra” o también: “Rumia siempre las palabras”. “Pijcha siempre las palabras”.
Wiñay-yaanchassim. Salas vierte así: “Ensanchate siempre en toda verdad y justicia”. La sílaba significativa yaremite a misterio; cha a energía, fuerza. Le sobrevuelan grandes conceptos del aymara: yanani: paridad; yanaptha: ayudar en ayni; yatiri: “Persona con poderes, gracias a la energía del rayo, que sabe del espacio-tiempo por intermedio de la coca y suele dar ofrendas y ritos a los dioses”. Félix Layme, Diccionario. Nuestra sugerencia iría por aquí: “Nútrete siempre de la energía del misterio”.
Baltasar de Salas recoge así esta gavilla: “Los comentarios doctrinales de estas dos Manos de leyes, trasumptados de los Slingotes, los indios Amauthas y euphuistas los tienen en sus kypus y los hacen aprender de memoria con todas sus gentes de su respectivo Ayllo y parcialidad”
De la Mano para Autoridades
Paccalluri takheru-muyupayata. Salas traduce así: “Semanalmente congregarás á todas las gentes de vuestra parcialidad”. Paccalluri ya no está en los diccionarios. Sin embargo sabemos que Pa es dos, par; Qallqu; cinco, o sea, siete; semanalmente. Takheru tampoco está en los diccionarios; probablemente le subyaga Thakhi: camino, en el sentido taoísta de vía, método, dirección o curso principal. Muyu connota círculo, girar en redondo, dar vueltas, circundar; también el camino más largo: el que da vueltas, justamente, por oposición al camino recto. Muyutaña significa meter al ganado al aprisco rodeándolo. Paya es dos, payachaña es parear. Ta presumo que es un sufijo de acción momentánea. Así, pues, sugerimos la siguiente versión. “Semanalmente mueve las energías paritarias de la comunidad”.
Paccalluri takheru-quyapayata. Salas traduce así; “Semanalmente al pueblo enseñarás la mutua compasión”. Quya es mujer, lo femenino, lo emocional. Q´uya se dice de alguien que despierta lástima. Así, pues, sugerimos: “Semanalmente recodarás a la comunidad el camino de la mutua compasión”
Paccalluri takheru-chuymanchata. Salas traduce: “Semanalmente al pueblo le ensancharás en sus virtudes”. Ya vimos el significado de chuyma. Sugerimos: “Semanalmente recordarás a la comunidad la conveniencia de ser entrañables en el trato mutuo”
Paccalluri takheru-arunchata. Salas traduce: “Semanalmente corregirás los vicios públicos”. Arunchata es la forma verbal, activa por tanto, de aru: palabra. Tal vez una buena traducción sea el neologismo de Humberto Maturana: lenguajear: conversar. Conversaciones público-privadas. Así, pues, sugerimos: “Semanalmente haz que circulen las palabras y las emociones de la comunidad”.
Paccalluri takheru-taripata. Salas traduce: “Semanalmente á cada uno remunerarás conforme á sus obras”. Tari es el textil en el que se guarda y sobre el cual se maneja la Coca. Según Bertonio “Taripatha: auerigar los delictos, preguntando, tomar información. Es acto propio de los que administran justicia”. Así, pues, sugerimos: “Semanalmente infórmate bien teniendo en cuenta el envés y el revés y toma decisiones sabias”.
De la Mano para Todo-racional
Ahni-puni ñajjossimti. Salas traduce: “Nunca jamás te excedas ni en comer ni en beber ni en dormir”. Janipuni es nunca, jamás. Ñajjossi ya no se encuentra en los diccionarios. Ñaqha significa paladar. Ña como adverbio significa casi. -ti es un sufijo de negación. Así, pues, sugerimos: “Jamás llegues a la saciedad”. La traducción de Baltasar de Salas me ha recordado la sugerencia del Talmud, Guitín 70: “Come un tercio, bebe un tercio y deja el tercio restante de tu estómago vacío”.
Ahni-puni patamti. Salas traduce: “Nunca jamás quieras hacerte vicioso ni impío ni criminal”. Pata es cima, encima, plano, aplanado: plateau. Patakaña es ponerse encima de otro. P´ataña se dice del picotear del ave de rapiña sobre su presa. Así, pues, sugerimos: “Jamás abuses de tus iguales”: No seas altanero.
Ahni-puni uywachassimti. Salas traduce: “Nunca jamás abuses de las bestias ni de las aves ni de los pejjes”. Uywa es un concepto mayor del criar la vida del animismo aymara. Uywiri es el encargado de criar las chacras, los animales, las aguas, los bosques, las wawas …, en fin, criar la vida. Cha, como sabemos, es energía, fuerza, potencia. Sugerimos: “Jamás dejes de criar la vida”, “Nutre la vida”.
Ahni-puni lackachassimti. Salas traduce: “Nunca jamás abuses de las sales ni del oro ni de la plata ni de los metales que oculta la tierra”. Laq´a es tierra en el sentido más amplio. Cha: energía, potencia. Así sugerimos: “Jamás abuses de las energías de la tierra”.
Ahni-puni kheruchassimti. Salas traduce: “Nunca jamás abuses de ninguna clase de árboles ni de sus maderas ni fructos”. Kheru es verdor; viriditas, en latín. Sugerimos, pues: “Jamás abuses de la biodiversidad del bosque” o “No extingas el verdor del suelo”
Para conversar en los centros de conectividad
Vocabulario
Ceque
Del quechua siq´i que significa línea. Son, pues, líneas imaginarias que partiendo de un centro (Cusco, por ejemplo) sirven para organizar las wak´a de los alrededores, constituyendo un orden holista, multinivel, que otorga al centro: al corazón, el poder de bombear la energía que mantiene vivo al sistema. Las líneas, asimismo, están relacionadas no sólo con la geografía y la geometría, sino también con la astronomía ya que cada wak´a remite también a los cuerpos celestes: nebulosas negras, estrellas y planetas. Frecuentemente, los ceques están asociados a rutas de peregrinación: en los Andes, la energía camina, literalmente.
Fractal
Del latín fractus, interrumpido, irregular. Un fractal es un objeto geométrico cuyos contornos no son lisos (como lo son las líneas, las curvas y las superficies de la geometría euclidiana) sino irregulares, fracturados y rugosos, tanto a grandes como a pequeñas escalas. Este concepto resulta de gran importancia, pues, contrariamente a lo que se ha pretendido creer, el universo no es euclidiano. Las Fractales representan, pues, a la vez, una teoría matemática y un método para analizar una gran diversidad de fenómenos de la naturaleza; precisamente aquellos fenómenos que se nos antojan sin ley, como la caprichosa forma de una costa, de una nube o, incluso, de una obra de arte. Benoit Mandelbrot creó las Fractales, a principios de los años Sesenta, y hoy protagonizan investigaciones que se ocupan de física teórica, economía, biología, geografía. De modo que en la actualidad se puede decir que existe una concepción y una geometría fractales de la naturaleza.
Microcosmos y macrocosmos
Son dos términos que van juntos y que explican la relación entre el ser humano y el universo, antes de que apareciera la física actual y las teorías sobre el holograma y la geometría fractal. Quiere decir que el ser humano: pequeño: micro, respecto del universo, macro, contiene, sin embargo, en sí, todo el universo. El todo está en las partes y en las partes está el todo.
Noosfera
Designa la esfera naciente del espíritu humano. Tras la biosfera, la Noosfera menta el conjunto de las producciones desmaterializadas de la mente humana.
Para conversar
¿Conocían estos otros nombres del Lago Titicaca, Copacabana, las Montañas sagradas? ¿Conocen los nombres secretos de los lugares de Poder de su comunidad? Tal vez los podrían preguntar a los abuelos y averiguar sus significados. Se podría elaborar un mapa esotérico de la comunidad. La hipótesis es que, en el mundo andino, todo tiene su doble: otro nombre. Eso es lo que se ha ido perdiendo y hay que recuperar.
Se sabe que la gran Wak´a femenina de los Andes es Copacabana ¿Sabes cuál es la gran Wak´a masculina de los Andes? Preparen un Mapa de las Wak´as de sus Sistemas de Vida, para que realmente sean de Vida. Lo máximo sería reconstruir su sistema de ceques. Esta es, en realidad, la tecnología de planificación hierática apropiada a una ley de la Madre Tierra.
¿Por qué piensas que esta Crónica de Baltasar de Salas ha sido silenciada y raleada tanto tiempo? ¿Consideras que es peligrosa? ¿A qué o a quién pone en peligro? ¿No será que el peligro es que los occidentales se aíndien: se indianicen, se vuelvan adoradores de la Pachamama? Los bolivianos, empero, ¿no somos ya eso? ¿Será cierto que los bolivianos somos monoteístas y animistas, según tiempos y lugares diferenciados? ¿Nos hacemos echar agua bendita por el tatacura y nos dejamos saumear por el yatiri, en el mismo evento; por ejemplo, Alasitas?
¿Cuáles son las ventajas y fortalezas del monoteísmo? ¿Para qué es bueno? ¿Cuáles son las ventajas y fortalezas del animismo? ¿Para qué es bueno?
¿Piensas, como muchos intelectuales indianistas, que se debe extirpar de la cultura aymara todo lo que huela a monoteísmo? ¿Será posible? Si fuese imposible ¿por qué?
Se observa que el pueblo aymara y quechua, tanto en el campo como las ciudades, juega con los dos sistemas, a su conveniencia. Los darwinistas han visto en ello la causa del atraso y subdesarrollo boliviano ¿qué les dirías, desde el nuevo paradigma científico?
Tarea
Sugiero vaciar el texto Copacabana de los Incas en forma de diccionario o léxico. Así se rescata lo que es oro puro y se deja la hojarasca fuera.
Recomendación
A los profesores e interesados en la temática les sugiero adquirir el texto en la Fundación Flavio Machicado, Av. Ecuador, 2448. Teléfono 2411791. E-mail: fundamachi@yahoo.com. La Paz
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