Biocultura

El Programa Biocultura busca volver a juntar los órdenes de la Biosfera: biodiversidad, ecosistemas, recursos naturales: Naturaleza, con el orden de la Cultura: las culturas indígenas, así como las culturas occidentales que constituyen a Bolivia. Estos dos órdenes: Naturaleza y Cultura, han sido separados por la modernidad por razones de método científico, que privilegia los compartimentos estancos. Los resultados de esta visión fragmentada y separada han producido algunos problemas graves como el cambio climático en curso. Para empezar a revertir esta situación, vamos a operativizar el concepto de Sistemas de Vida, de la Ley Marco de la Madre Tierra.

Cambio climático

La civilización andina se construyó, como una respuesta al cambio climático, de hace diez mil años. Esa es la importancia que tiene en la actual crisis climática que vive la humanidad. Tenemos, en efecto, una fuente de inspiración local, que funcionó y que debe nutrir nuestras políticas públicas más concretas. Las tecnologías materiales: hardware, que produjo la invención de la agricultura en los Andes, perviven hasta nuestros días: andenes, formación lenta de terrazas, zanjas de infiltración, albercas, campos elevados, forestación de cabeceras de cuenca y laderas, manejo de acuíferos. Las tecnologías inmateriales: software, que produjo, se han ido perdiendo, sobre todo a partir de las reformas agrarias llevadas a cabo la segunda mitad del siglo pasado. La agricultura moderna y la escolarización, en efecto, han sido los factores que más han erosionando esta tecnología simbólico-energética que es preciso revalorizar y volver a poner en la práctica, para fortalecer nuestra resilencia socio ecológica.

Vivir Bien

Las lecciones aprendidas y buenas prácticas de la primera fase las hemos sintetizado en el concepto de Integralidad. Nuestra hipótesis de trabajo es que el Vivir Bien es el efecto que surge cuando se conectan las cuatro grandes dimensiones que hacen a la realidad: lo exterior y lo interior; también lo individual y lo colectivo. La columna de la derecha es el dominio del Desarrollo. La columna izquierda indica el dominio del Vivir Bien. Ambas hacen a la integralidad, como puede verse en el siguiente cuadro.

articulo especial JMedina

Inteligencia ecológica

La civilización animista, desde que surge el homo sapiens sapiens, alrededor de unos 100,000 años atrás, practica una inteligencia ecológica, energética, que consiste en saberse parte integral de la biosfera, entendida como un inmenso cerebro planetario, en el que los seres humanos somos neuronas de una red neural cósmica. Las instituciones animistas, como el ayllu, el ayni, el chamanismo son sinapsis y la tecnología ritual opera del mismo modo que los neurotransmisores del cerebro. En efecto, el Animismo se construye en el Continuo de la naturaleza, con la que los seres humanos animistas cultivan relaciones interpersonales de afectividad y reciprocidad. La inteligencia ecológica se expresa como Crianza de la Vida y es nutrida a través de la metáfora de la comensalidad: hay que dar de comer a la Madre Tierra para que ella, a su vez, también nos alimente. Nutrir la Vida. De este modo se establece un sistema continuo de feed back, que hace sostenible la red interconectada de la Vida, donde todo, lo visible y lo invisible, están interconectados y coimplicados. Esta conciencia, expresada en su know how ritual: su tecnología simbólica, es el gran aporte de los pueblos indígenas al mundo contemporáneo y es el corazón de la propuesta del Vivir Bien.

 

Inteligencia racional

La civilización monoteísta (el Egipto de Akenatón y el Israel de Esdras) cuando entra en contacto con el mundo griego y, luego, latino, va a dar lugar a una civilización que ha cultivado de modo preferente, a través de la tecnología de vivir en ciudades, la escritura, el desarrollo del dinero y la creación de instituciones, el lóbulo cerebral izquierdo; es decir, la inteligencia racional que ha dado lugar al surgimiento del pensamiento científico, de base positivista, de la civilización occidental moderna.

Esta inteligencia ha producido grandes abstracciones que han minimizado al Animismo y desequilibrado los ecosistemas terrestres: la noción semita de un Dios invisible, todopoderoso y universal; la noción griega de que el Ser es inmóvil, ingenito y perfecto: Parménides; la invención de una Ley abstracta, que debe ser interiorizada, válida para todos: Moisés. La noción de lo estático, inmutable, idéntico, uno, suscita seguridad y esa necesidad se va plasmando en instituciones seguras que protegen contra lo caótico del cambio y el devenir: Heráclito. Como inter-conector del sistema, se crea el Dinero, de la nada, es decir, a partir del crédito bancario: el equivalente general de la actualidad.

La cultura moderna ha acentuado la inteligencia racional hasta el punto de volverla irracional, con la creación de tecnologías que nos están destruyendo y están devastando el planeta. La inteligencia racional ha difamado y reprimido la inteligencia emocional con el argumento de que obstaculiza la mirada objetiva de la razón. Hoy sabemos, por la física cuántica, que todo saber viene condicionado por el Efecto Observador. Nos encontramos, pues, en el dominio del Desarrollo.

 

La inteligencia emocional

La inteligencia emocional es la que ha permitido el surgimiento de la socialidad humana basada en la lógica del don. Las tradiciones europeas (griega, romana, judeo-cristiana), las tradiciones asiáticas conocidas a través de sus textos sagrados (budismo, hinduismo, taoísmo), las tradiciones orientales (como las del islam y el cristianismo ortodoxo bizantino), las tradiciones transmitidas a través de la oralidad y de la ritualidad (sociedades africanas, amerindias, asiáticas, oceánicas), todas ellas, consideran a la reciprocidad, por tanto, a la afectividad, como el fundamento de la vida social.

El gran privilegio que tenemos los bolivianos es que la civilización amerindia no sólo que se ha especializado en el cultivo del lóbulo neural derecho, sino que conoce el know how de su implementación en todas las esferas de la vida, entendida integralmente. Esta es la veta que tienen que trabajar los Centros de alta Conectividad. En efecto, en las sociedades indígenas, la reciprocidad juega un papel crucial en la organización económica, social, política y religiosa. Este es el dominio del Vivir Bien

 

La inteligencia espiritual

La inteligencia espiritual es la más nueva y la más antigua, al mismo tiempo, de las múltiples inteligencias que ahora conocemos. Investigaciones científicas recientes señalan que esta coherencia espiritual tiene una base biológica. A finales del siglo XX, los neurobiólogos Persinger, Ramachandran, Singer y Deacon, usando scanners para visualizar imágenes cerebrales, detectaron lo que llamaron el God Spot o God Module. Se trata de lo siguiente: personas que en sus vidas dan un espacio significativo a lo profundo, al silencio, recogimiento, manifiestan en los lóbulos frontales del cerebro una excitación detectable por encima de lo normal: unos 40 Herzios por segundo. Estos lóbulos están ligados al sistema límbico: el centro de las emociones y los valores. Ahí se da una concentración de energía que estos científicos llamaron también mystical mind. Tal estimulación del Punto Dios no está ligada a una idea o a algún pensamiento objetivo. Se activa cuando la persona se siente envuelta emotivamente en contextos globales que confieren sentido: significado, a la vida, al armonizar las partes con el Todo. Se trata, pues, de emociones ligadas a experiencias que implican una percepción incondicionada de la totalidad.

 

La herramienta: los centros de alta conectividad locales

Esta es una denominación genérica para designar al instrumento que tendrá por finalidad tejer, conectar, integrar a los actores e instituciones municipales como una red integrada. Se trata de pasar del Municipio fragmentado y atomístico de la Participación Popular, al Municipio del Vivir Bien que debe ser un organismo interconectado a varios niveles.

Estos centros son laboratorios para trabajar lo que unifica la diversidad y produce la integralidad; es decir, lo que tiene que ver con información, comunicación, gestión del conocimiento, cambio de paradigma, nueva conciencia, etc. Alfabetización ecológica, en una palabra. Dicho de otro modo, los Centros son espacios institucionales de comunicación: hacia afuera, hacia adentro y hacia sí mismos, de todos los actores e instituciones del municipio. Las conversaciones son performativas: llevan a la acción y al cambio de actitudes personales y colectivas; generan ciudadanía real; realizan la democracia participativa; hacen resiliente al Municipio ante turbulencias del entorno humano y extrahumano. Los Centros de Alta Conectividad conectan los átomos aislados del Municipio, convirtiéndolos en una red conectada